Mons. Omella: «Mochila vacía, porque el Señor pondrá lo querrá»
El Seminario inaugura el curso 2017-18 con ocho nuevas incorporaciones en las aulas de Barcelona y Sant Feliu

El Seminario Conciliar de Barcelona ha abierto, este 13 de septiembre, el curso 2017-18 con varias incorporaciones. Entre estas, los dos obispos auxiliares, Mons. Antoni Vadell y Mons. Sergi Gordo- recientemente ordenados – y los ocho nuevos seminaristas, uno de Sant Feliu y siete de Barcelona. Todo de caras nuevas que quedaron retratadas en la primera fotografía del curso donde, además del rector y los tres obispos auxiliares, no faltó el arzobispo Card. Juan José Omella y el obispo Mons. Agustí Cortés, encargados de impartir la primera lección.
El rector del Seminario, Mn. Josep M. Turull, dio la bienvenida a todos los presentes, y un especial saludo a los nuevos estudiantes: Antoni (Toni) Barenys, Joan Piñol, Alex Bachs, Jordi Avilés, Daniel Lescano, Santiago Cellier, Alejandro Lertora. Turull contextualizó el curso que ahora comienza, precedido de unos atentados que «han transformado la forma de mirar de la gente» y en medio de una situación política tensa, donde aconsejó seguir el camino de la nota publicada por los obispos de la Conferencia Episcopal Tarraconense. Un curso, pero, dedicado sobre todo a preparar el Sínodo sobre los jóvenes del próximo octubre, 2018.
Agustí Cortés, por su parte, instó a los seminaristas a que se impregnen de la pasión de San Juan Crisóstomo en su vivencia de fe. Les pedió «no explicar el misterio de Dios, sin antes haberlo vivido», «hacer teología en función de la predicación y el contacto con la gente». En esta línea, Juan José Omella, también, subrayó la necesidad de vivir la fe con pasión, también desde la oración con Dios, y añadió tres ingredientes más: la estima hacia los hermanos, la alegría de vivir y la comunión, entre la familia de los seminaristas.
Los seminaristas que se estrenaban y los veteranos, algunos revestidos para celebrar, reflexionaron todo lo escuchado en la misa vespertina. Durante la homilía, el cardenal Omella, les pidió que vaciaran las mochilas para llenarlas durante el curso, con los frutos obtenidos, no sólo de los estudios, sino también, de las experiencias de la vida ordinaria, llena de lecciones hacia al sacerdocio. «Mochila vacía, pero actitud nueva, porque el Señor pondrá lo querrá», dijo el cardenal.
Como primera experiencia de vida en el Seminario, la primera cena de equipo, donde alumnos, profesores y obispos estrenaron definitivamente el nuevo curso.