Miércoles de ceniza en la Catedral
El cardenal arzobispo de Barcelona invita a "disfrutar" de la Cuaresma recordando que "el amor Dios es aquel siempre dispuesto a perdonar"
Este 14 de febrero ha tenido lugar la celebración del Miércoles de Ceniza en la Catedral de Barcelona, un acto dentro del calendario litúrgico que marca el inicio del tiempo cuaresmal, en el que se recuerda aquellos cuarenta días de Jesús en el desierto. Se trata además, de los cuarenta días 40 días en que la Iglesia llama a los fieles a la conversión y prepararse verdaderamente para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.
El cardenal arzobispo Juan José Omella presidió la celebración en la Catedral. En la homilía, aprovechó para comunicar un mensaje esperanzador para encarar el principio del camino cuaresmal, para el que invitó a los presentes a devolver a «la esencia de la misma vida» y a interrogarse cada uno desde dentro hacia en fuera.
Tres pilares
«Lo hacemos bien? Vamos por el buen camino?» – preguntaba el cardenal a los presentes-. Omella señaló los tres «pilares» o los «caminos que nos enseña el Evangelio» para el tiempo de Cuaresma: la oración, la penitencia con la reconciliación, y la limosna y el ayuno. Recordó el mensaje del Santo Padre para este tiempo en el que el Papa Francisco nos recuerda que la oración «hace que nuestro corazón descubra las mentiras secretas con las que nos engañemos a nosotros mismos», la limosna «nos ayuda a descubrir que la otro es mi hermano «, y el ayuno» nos hace estar más atentos a Dios y al prójimo».
«Dios es un Dios de amor. También es un juez, entre el bien y el mal, pero siempre ama y nos quiere salvar a todos. El amor de Dios es aquel siempre dispuesto a perdonar. El gran poder de Dios se manifiesta en el amor y la misericordia «, dijo. El cardenal Omella alentó a saber «disfrutar» de esta misericordia del Señor, que encontramos a través de la oración. «Que sea un tiempo para orar él es nuestro padre y en la oración encontramos el consuelo de Dios.