Más de 700 personas vuelven a casa después del Congreso Inspira con nuevas ideas para evangelizar
Diferentes realidades de Iglesias se unen a La Salle Bonanova escucharse e inspirar nuevos métodos e ideas para evangelizar

«Ahora nos toca volver y valorar cómo aplicamos todo lo vivido». Así marca el siguiente paso a seguir el delegado de Anuncio de la Fe e Iniciación Cristiana del Arzobispado de Barcelona, Mn. Bruno Bérchez. Lo dice satisfecho, justo terminada la primera edición del Congreso Inspira, quien asegura haber sido «un éxito» por la participación y la acogida que ha tenido.
Alrededor de 700 personas de la archidiócesis y algunas, incluso, otras obispados de Catalunya han asistido a este encuentro, que con voluntarios y ponentes ha llegado a reunir a casi 750 personas. Escuelas, parroquias, instituciones religiosas, congregaciones, equipos de matrimoniales, un grueso de diferentes realidades de Iglesia, todas reunidas en La Salle de la Bonanova que acogió el congreso. Todos con el propósito de «escucharse unos a otros, motivarse y recoger ideas de cara a crear unas comunidades más misioneras», explica Bruno Bérchez. «Estamos contentos porque éste era el propósito del congreso y así ha sido. La gente ha salido sorprendida por tantas aportaciones y todo el mundo se ha llevado algo que aplicar a su entorno».
Intervenciones y aportaciones
Cada una de las intervenciones que hubo se complementó con las otras, ya que eran diferentes voces que explicaban realidades diversas provenientes de sitios muy variados. Entre ellos, Mons. Héctor Pérez, obispo de México DF quien de forma muy cercana y amena habló como pese a las dificultades es necesario afrontar el cambio de época. En la misma línea dinámica, y con el humor que siempre le caracteriza, el fundador de Infinitomasuno, Juan Manuel Cotelo, invitaba a todos los presentes a «despertar y salir de la comodidad». Un relato que acompañaba perfectamente al de la responsable de Divine Renovation, Hannah Vaughan, venida de Inglaterra expresamente para animar a salir de las «parroquias de mantenimiento», más ancladas en la monotonía, e ir a buscar a la «Iglesia más viva» .
Éstas y otras voces inspiradoras como el subsecretario del dicasterio para la Doctrina de la Fe, Armando Matteo; el párroco de Iglesia Lyon Centre, Xavier Grillon; y el decano de la Facultad de Teología de Valencia, Santiago Pons dieron múltiples aportaciones para poner en práctica y renovar su misión evangelizadora. Todos ellos en la línea de aceptar el cambio de época, tal y como decía Santiago Pons, que sin perder la ilusión y la esperanza planteaba que «el problema no es Dios, sino que el mundo ha cambiado. Si no cambiamos acabaremos desapareciendo»
Entre los asistentes, escuchaban atentos el Cardenal Joan Josep Omella, y los obispos auxiliares, Mons. David Abadías y Mons. Javier Vilanova. Éste último, también intervino como ponente, tratando el tema sobre: Jesucristo en el centro de la parroquia.
Aparte de las ponencias, hubo mesas redondas para comentar todo tipo de temas relacionados con ideas para evangelizar hoy en día, cómo aplicar las redes sociales, cómo ser parroquias más acogedoras, entre otras. También, se escucharon testimonios de algunas parroquias que realizan nuevos métodos evangelizadores. Entre estas, la del Monasterio de Sant Cugat, la de San Jaime de Moncada, la parroquia de Montornés, o incluso, desde Madrid la parroquia San Clemento Romano.
Sensaciones
«¡Ha sido una sorpresa! Yo no sabía a lo que venía, pero en dos jornadas los corazones han quedado tocados y llenos de ilusión y gozo por ver que es posible hacer camino juntos». Así lo dice David, uno de los participantes en el congreso, quien asegura que hay que ir a buscar «un cambio de mentalidad y visión para hacer de las parroquias una casa familiar y cercana para esa persona que entra nueva y que busca verdades». «¡Es una tarea de todos! Ya hay parroquias que han empezado a andar de esta forma, ¡ahora nos toca a nosotros!», asegura ilusionado. En la misma línea, un sacerdote de parroquia, asegura que no sabía que se encontraría al empezar, pero al salir el sábado tenía claro el camino: «manos a la obra vamos a seguir la estrella de Inspira!».
Entre los organizadores Silvia Ruzo, destaca que ha sido un «congreso increíble, con un gran carácter de acogida marcado por todos los participantes, que han creado un gran equipo, con distintas realidades de la Iglesia».
También entre la vida religiosa, han llegado impresiones como la del capuchino, fray Eduard Rey, quien destaca «el carácter que ha adquirido de encuentro transversal de la Iglesia de Barcelona, pero con un peso especial de la gente que podríamos llamar «de parroquia» , no sólo de movimientos».
Una llama que debe mantenerse
Con estas sensaciones, como dice Bérchez, hay que seguir adelante. Como explica Ruzo es necesario que «no se quede en una pequeña llama encendida sino que encienda muchos corazones más». Una llama encendida gracias a todas las aportaciones ofrecidas que han incidido en distintas ideas e intuiciones clave. Entre ellas, el delegado Anuncio de la Fe e Iniciación Cristiana menciona tres especialmente: La conciencia de un cambio de época que nos pide salir para anunciar; el trabajo a realizar de forma sinodal; y mantener una visión misionera. Tal y como argumenta Mn. Bérchez, «hay que replantear si funciona lo que hacemos y ser soñadores, asumiendo unos tempos y organizando cómo llegar allá donde queremos ir».
En este sentido, el arzobispo de Barcelona, Card. Joan Josep Omella, que durante todo el congreso participó como un asistente más, en la homilía de la misa del sábado, animó a seguir todos juntos este propósito misionero. Haciendo eco de lo que vivió en la primera fase del Sínodo, alentó a escuchar a los demás. «No vayamos a la nuestra, guiémonos por lo que nos dicen los demás y lo que Dios nos está diciendo», añadió.
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