Los laicos preparan Pentecostés en una jornada participativa y plural
El cardenal Joan Josep Omella se une al encuentro agradeciendo la acción de las diferentes entidades que trabajan en la línea del Sínodo
Fotografies: Ramon Ripoll
El Monasterio de Sant Pau del Camp ha acogido esta última quincena de mayo un encuentro con el laicado para preparar Pentecostés. Más ciento cincuenta personas asistieron convocados por la Delegación para la Formación y Acompañamiento del Laicado, bajo el lema «Anunciamos lo que somos y lo que vivimos». Con esta consigna se introducía así la llamada a vivir el Primer Anuncio, siguiendo el primero de los pilares del Congreso de Laicos.
Al inicio, todos se concentraron dentro del recinto, en la parte exterior, justo frente a la puerta del templo donde se les presentó las líneas que dinamizaron la jornada. La delegada, Anna Almuni expuso que la jornada, era «una oportunidad para acercarnos en clima de oración y fiesta» en este tiempo previo a Pentecostés, la fiesta del Laicado.
Presentación de la Jornada
El programa del día se diseñó en torno a: la sinodalidad, el discernimiento, diálogo con la increencia: anuncio de Jesucristo. Tal y como explicó la delegada, los tres, «ejes que marcan la vida de la Iglesia universal y de nuestra Iglesia diocesana». «Hemos querido celebrar el anuncio en un momento en el que la Iglesia tan mundial como diocesana está inmersa en la sinodalidad, el discernimiento y el diálogo con ese primer anuncio. Porque las tres no van por separado sino que dependen una de la otra», expuso.
Después de que Almuni explicase brevemente el tema del Primer Anuncio, el responsable de la fase diocesana de la consulta del Sínodo de Obispos en Barcelona, Mn. Enric Termes expuso la importancia de profundizar en el trabajo Sinodal. Por su parte, Eduard Sala, jefe de Acción Social de Cáritas Barcelona, dibujó unas ideas básicas sobre el discernimiento.
A continuación, divididos en dos grupos, se trabajó, por un lado, la escucha del primer anuncio. Un momento colectivo para intercambiar puntos de vista y con cargo a cuatro moderadores. En esa actividad se preparó las oraciones para el momento de la misa. El otro grupo se ubicó en el claustro, en medio del silencio, para interiorizar discernimiento. Fue un momento, también, para que los asistentes hicieran su aportación personal, algunas de las cuales se leyeron en la acción de gracias de la Eucaristía.
Eucaristía
El arzobispo de Barcelona, el Cardenal Joan Josep Omella, fue el encargado de presidir la celebración que se hizo conjuntamente con los feligreses de la parroquia. Concelebrando, destacaba Mn. Términos y el arcipreste de la zona, Mn. Pere Carulla.
Previamente, se hizo la invocación al Espíritu Santo con Cantos. Animando la eucaristía cantó Cor Nou y el organista Verenice García acompañó con distintas piezas de órgano. La celebración destacó por la participación de todos. Precisamente, en este sentido en el momento de la homilía, el cardenal Joan Josep Omella subrayó la referencia a la «comunión, participación y misión». «Juntos caminamos, para anunciar, por la misión que es el Evangelio siguiendo esta invitación que nos pide el Sínodo».
Todos cobijados bajo una «tienda»
La jornada finalizó con una actividad que contó con la participación de todos. Incluso con algunos de los feligreses de la parroquia que se unieron motivados por la alegría que se respiraba.
Como signo de sinodalidad, todos se cobijaron bajo una carpa instalada en el exterior y otras más pequeñas, siguiendo el texto que dice:
«Ensanche tu tienda, que extiendan tus carpas. No lo impidas. Alarga las cuerdas y refuerza las estacas, porque crecerás a derecha e izquierda; tus hijos heredarán otras naciones y repoblarán ciudades abandonadas». (Isaías 54, 2-3).
Una vez más, el Cardenal agradeció la implicación de todos al hacer posibles actos como éste, que unen a diferentes secretariados de la Delegación de Formación y Acompañamiento al Laicado. «Todos somos necesarios, somos muchas y muy diversas las acciones pastorales que hacemos entre todos y entre todos creamos pluralismo pastoral que hace posible la Iglesia».
La delegada, Anna Almuni destacó el mensaje positivo del arzobispo, por el trabajo realizado y el que se está haciendo. «Nos invita y motiva a ser valientes e ir a anunciar». «Vemos que hay laicos muy involucrados y con muchas ganas de hacer iglesia y cómo, poco a poco, se van fidelizando no tanto a la delegación, sino a la vida diocesana». «Muestra que vamos en buen camino y nos da fuerza para seguir trabajando».