Jornada de agradecimiento
Entrevista a Joan Josep Moré, delegado de Vida Consagrada del Arzobispado de Barcelona

Ayer, 2 de febrero, en la fiesta litúrgica de la Presentación del Señor al templo, se celebró la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que este año tiene como lema: “Padre Nuestro. La vida consagrada, presencia del amor de Dios”. Es una jornada de encuentro entre los diferentes carismas “para rogar y dar gracias a Dios por el do de la vocación, de la animación pastoral, misionera y de servicio a los más pobres en nuestra diócesis”, afirma el doctor en teología, especialidad en liturgia y sacramentos, Joan Josep Moré, que es delegado de Vida Consagrada del Arzobispado de Barcelona.
Dar la vida a Dios es más difícil ahora que antes?
Personalmente creo que es igual de fácil o de difícil que siempre; todo depende del grado de generosidad y de la confianza que se posa en Dios. Cuánto más te posas en sus manos, más fácil es aceptar el compromiso que Él te pide.
Por qué son necesarios los religiosos, para la Iglesia y el mundo?
Porque aportan un sentido de dedicación exclusiva a Dios y a los otros en el propio carisma, y así son testigos de trascendencia y fraternidad a la Iglesia y en el mundo de hoy.
De que está más agradecido a Dios?
Le estoy agradecido de muchas cosas, pero del que le estoy realmente más agradecido es de haber descubierto su Amor, que me ha ido acompañante a lo largo de todos estos años, igual como lo hizo con los discípulos de Emaús; y me ha ayudado a descubrirlo en los otros, especialmente en los jóvenes. La formación recibida y el trabajo con los laicos me ha ayudado a personalizar más la fe. Pero ha estado especialmente la plegaria y la celebración de los sacramentos el que ha hecho que día a día fuera descubriendo el amor y la misericordia de Dios en mi vida y en la de los otros.
Entrevista realizada por Òscar Bardají y Martín para la Hoja Dominical del 3 de febrero