«Inmaculada Concepción, una madre que actúa, un modelo para nosotros»

El cardenal Omella preside la vigilia de plegaria y la misa solemne por la Inmaculada Concepción en unos días para venerar la figura de la Virgen María

Fotografías: Ramon Ripoll

La basílica de la Merced y la Catedral de Barcelona han sido los escenarios de la celebración de la Inmaculada Concepción. Una festividad que empezó el mismo 7 de diciembre al atardecer al templo de los mercedarios. Los jóvenes de Barcelona pudieron rezar por la Virgen María en una vigilia de plegaria que reunió a las tres diócesis de la provincia eclesiástica de Barcelona.

Introspección colectiva para pedirle a María todas las soluciones a los problemas de los presentes. También para escuchar con atención todo el que ella pedía a cada una de ellas. Incluyendo en las personas sordas que pudieron tener un traductor de lenguaje de los signos. Entre los asistentes asistieron los obispos de las tres diócesis de Barcelona, Sant Feliu y Terrassa.

La Virgen María, nuestro modelo

El 8 de diciembre se celebró la misa en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción presidida por el cardenal Omella. “Inmaculada significa sin mácula, sin pecado” empezaba el Arzobispo de Barcelona que unos momentos antes visitó la capilla de la Inmaculada Concepción. “La Virgen María es transparente, limpia, preservada por la ayuda del Señor. Tenemos que aprender a mirar a María como si fuera nuestro modelo” aseguraba el cardenal. Omella puso ejemplos de los modelos que se tienen que tomar a la vida como los voluntarios que ayudan a los inmigrantes del mar mediterráneo o aquellos médicos que van donde hay epidemias, guerras. Así mismo, periodistas de guerra, o también los misioneros que están al fondo de la selva “que trabajan con total pobreza para ayudar a la gente”.

María, referente de la esperanza

“María, una mujer sencilla, es un modelo por nosotros, nos enseña a orar” indicaba el cardenal. “Se presenta como aquella mujer con dudas. A veces dudamos y perdemos la esperanza y nos convertimos en una comunidad, una sociedad, de dudas desesperanzadas. La Virgen María mantiene la fe y sostiene al cristianismo”  aseguraba el arzobispo de Barcelona el día de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción que es “una madre que actúa, que nos quiere, es un modelo para nosotros”. El cardenal Omella ha lanzado un mensaje de esperanza a todos los presentes “Necesitamos sobrepasar las nubes grises para llegar a ver la luz del sol y esto solo lo podemos hacer con esperanza. Dios es esperanza”.

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