Inauguración de la nueva sede de Manos Unidas
El cardenal Omella bendice el nuevo piso de la entidad a Barcelona: “más que bendecir las paredes y mesas, quiero bendecir a los que las utilizan que sois todos vosotros”
Manos Unidas cambia su sede. El cardenal Omella ha sido el encargado de bendecir el primero primera de la calle Provensa de Barcelona, la nueva sede de la entidad. “Después de diez años, se acababa el contrato y nos propusieron una renovación anual con un coste muy elevado” aseguraba el delegado de Barcelona, Joan Martí. El delegado está más que contento de los dos últimos años, muy positivos para la entidad, que ha aumentado su número de voluntarios. El pasado junio acabó el mandato de Joan Martí según los estatutos de Manos Unidas y ha pedido a todos los presentes que “es el momento para marcarse más objetivos e implicarse más”.
Bendición de la sede de Manos Unidas

Por otro lado el cardenal Omella que primero ha visitado toda la sede, ha agradecido al, hasta ahora, delegado de Manos Unidas todo el trabajo hecho. El arzobispo de Barcelona ha estado recordando la primera campaña de Manos Unidas que luchaba por el hambre de comida, de Dios y de cultura. “Habéis podido dar de comer a mucha gente que pasa hambre, después evangelizasteis y por último habéis creado muchas escuelas para ayudar a los niños a desarrollar su cultura” aseguraba. “Ayuda primaria, trabajo de desarrollo, sensibilizar a la sociedad son las tres ramas de Manos Unidas” explicaba un cardenal desde siempre comprometido con la entidad.
Finalmente, el cardenal Omella ha bendecido el local primeramente asegurando que “más que bendecir las paredes y mesas, quiero bendecir a los que las utilizan que sois todos vosotros”. Así mismo, el Sr. Cardenal se ha parado a bendecir a la veintena de personas presentes y después ha humedecido cada despacho con el agua bendita.
Manos Unidas inicia una nueva etapa en todos los aspectos. No solo cambia una sede que hacía diez años que se encontraba en Pau Claris, sino que también tendrá que adaptarse al cambio de una nueva persona que coja el timón de la delegación en Barcelona. Una tarea que todos los presentes se cogen con entusiasmo como una nueva oportunidad de crecer y seguir haciendo las cosas con la misma ilusión de siempre.