Haití, el propósito de Manos Unidas

Dos proyectos activos para ayudar a los afectados por el terremoto de octubre del 2018 al país caribeño

Manos Unidas no quiere empezar este año 2019 sin recordar a uno de los países más pobres del planeta: Haití. Como propósito de año nuevo la entidad pone en marcha dos proyectos de emergencia para ayudar a la población que sufre la inestabilidad sociopolítica actual.

La tierra tiembla

El sábado 6 de octubre de 2018 tuvo lugar un terremoto de magnitud 5,9 al norte de la ciudad de Port-De-Paix (Departamento del Noroeste, Haití). Posteriormente se produjeron varias réplicas; la más fuerte y de magnitud 5,2, sucedió al día siguiente, domingo 7 de octubre.

El estado de pánico que se produjo en muchas zonas recordó a la gran tragedia del terremoto de 2010. Miles de personas se vieron afectadas en el Departamento del Noroeste, sobre todo en Port-De-Paix, Chansolme y Saint-Louis du Nord, donde los efectos en el ámbito rural han sido considerables, con decenas de fallecidos, cerca de 500 heridos graves y 1.753 casas destruidas.

Este nuevo seísmo golpeó a Haití, uno de los países más pobres del planeta y de los más expuestos a catástrofes naturales, donde el 59% de la población vive aún con menos de 2 dólares al día, casi siempre en un entorno rural. Desgraciadamente, y como en otras catástrofes anteriores, el Estado Haitiano se ve impotente para gestionar las ayudas o aliviar mínimamente a los afectados. Por eso, la ayuda de Manos Unidas no se hizo esperar y ha llegado en forma de dos proyectos que han beneficiado, directamente, a unas 3.000 personas.

Primer proyecto: Seguridad alimentaría

Un proyecto que se desarrolla gracias al socio local en la zona de Cáritas Puerto-de-Paix. Todo con una plena coordinación con la Dirección de Protección Civil  y las autoridades y organizaciones locales. Esto garantiza la ayuda del primer año de la población más afectada. Concretamente 300 familias atendidas, es decir, 1.500 personas. Un proyecto que, además, quiere garantizar la seguridad alimentaria de la zona a través de cuatro acciones fundamentales. Primero la adquisición y distribución de semillas de calidad. En segundo lugar,  la adquisición y distribución de herramientas agrícolas adecuadas. También, la adquisición y distribución de ganado cabrino mejorado. Finalmente, la formación y acompañamiento técnico para estas familias.

Segundo proyecto: Adquisición y reparto de alimentos

El segundo proyecto de emergencia consensuado con Caritas de Cap-Haitien(Departamento del Norte); se ha centrado, sobre todo, en la adquisición y reparto de alimentos, productos farmacéuticos contra el cólera, kits de higiene y entrega de semillas de judía. Todo este material se está repartiendo en las poblaciones más afectadas de las comunas de Plaisance y Pilate. De este modo se está ayudando a 300 familias más. El proyecto también se centrará en la preparación de una actuación más eficaz ante las futuras amenazas naturales. Se desarrollará mediante la creación de comités locales de protección civil. Unos comités que ya están en marcha con un programa de formación. Este programa también los dotó de kits de urgencia (como botas, linternas o chalecos).

Inestabilidad sociopolítica en Haití

Después de la movilización social del pasado mes de julio contra el aumento del precio del combustible, que se saldó con la dimisión del primer ministro Jack Guy Lafontant, Haití está viviendo un recrudecimiento de la inestabilidad sociopolítica en todos los departamentos. A raíz del escándalo de los fondos de Petrocaribe, que debían destinarse a proyectos sociales, y que acabaron perdidos en un mar de corrupción, se han producido movilizaciones sin precedente, especialmente la que tuvo lugar los días 17 y 18 de octubre, que llevaron a una huelga general de varios días.

Esos días se saldaron con 20 muertos y decenas de heridos y detenciones. El trabajo de las contrapartes de Manos Unidas se ha visto afectado, especialmente en lo que se refiere a la respuesta de emergencia ante el terremoto, ya que casi un mes después de estos acontecimientos todavía existen dificultades para moverse por el país y las amenazas de nuevos disturbios es constante.