Fra Eduard Rey: «La pobreza supone una actitud personal que estructura nuestra manera de vivir»

El president de la Unió de Religiosos de Catalunya destaca tres aspectos claves sobre los la vida religiosa y la pobreza

Esta semana, continuando con el eje de los pobres del Plan Pastoral Salgamos!, se profundiza en la pobreza desde la vida religiosa. En este sentido, el presidente de la Unió de Religiosos de Cataluña (URC), el capuchino fray Eduard Rey, partiendo de tres figuras de la Iglesia discierne en tres aspectos claves sobre los religiosos en relación a los pobres: pobreza como actitud; trato con los pobres como reconocimiento de una dignidad; y construir lazos de amistad.

Camino y actitud de vida

«Un religioso tiene que ir vestido de tal manera que si dejaba el traje al margen de un camino nadie lo cogería». Así lo decían los antiguos padres del desierto, y así lo remarca fray Eduard, que subraya cómo esta cita subraya todo lo que debe ser la pobreza en el camino de la vida religiosa. Tal como expone, «la pobreza supone una actitud personal, que nos estructura nuestra manera de vivir».

Darse para garantizar la dignidad

En segundo lugar, destaca San Vicente de Paúl fundador de las Hijas de la Caridad, con una presencia muy significativa en la diócesis de Barcelona, ​​sobre todo desde Sor Genoveva Masip. El provincial de los Capuchinos de Cataluña y Baleares, cita a San Vicente de Paúl cuando dice: «Por amor, sólo por amor, el pobre te perdonará el pan que tú le des». A partir de esta enseñanza, fray Eduard señala que «hay muchas maneras de dar y hay que pueden ser humillantes para el otro». 

El religioso recuerda como la vida religiosa ha estructurado su trabajo en torno a las obras de misericordia: dar de comer a quien tiene hambre, vestir al desnudo, cuidar al enfermo, ver quién tiene siete, visitar al preso, acoger al inmigrante, enseñar quien no sabe … «Sin embargo, – continúa el capuchino – tal como dijo San Vicente en una novicia,»hay muchas maneras de hacerlo». Se trata de no sólo dar obras, sino darse uno mismo. Te das tú, y así se respeta la dignidad del otro».

Relación de amistad con él

Finalmente, y en tercer lugar, a través de Charles de Foucauld recuerda lo imprescindible que es la amistad. «Fue el mismo Foucault quien fue hasta el corazón del desierto del Sahara a convivir en un lugar donde no había cristianos. Allí dio un testimonio de fraternidad y también de proximidad», explica el presidente de la URC. El legado de Foucauld se ha extendido entre la vida religiosa en los últimos años, por lo que han ido allí donde había pobreza y se han hecho cercanos y compartiendo las condiciones de vida y la amistad con ellos.

Exponiendo este recorrido, fray Eduard subraya la amistad con el pobre. «Tenemos que plantearnos quiénes son nuestros amigos sin cerrarnos a nadie. Dependiendo de quien sean nuestros amigos, viviremos de una manera o de otra».

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