Fontrodona: «Hay que pensar en un modelo donde la persona sea el centro y la finalidad de la actividad económica»

Entrevista a Joan Fontrodona, director del Departamento de Ética Empresarial de IESE Business School

En las 56 Jornadas de Cuestiones Pastorales de Castelldaura de este año se ha reflexionado alrededor de la fraternidad y la amistad social, en el marco de la encíclica Fratelli tutti. Uno de los ponientes, el Dr. Joan Fontrodona, director del Departamento de Ética Empresarial de IESE Business School, afirma que en la encíclica el Papa «nos quiere hacer dar cuenta de la riqueza de la propuesta cristiana: la revolución del amor, de no considerar a nadie como forastero, de no poner barreras, de no excluir a nadie», y se ha preguntado si otro modelo económico es posible.

Consideráis esta dimensión un eje central de la evangelización en este inicio de milenio?

Cómo dice el Santo Padre, estaría muy bien que el mismo esfuerzo que ponemos para descubrir nuevos planetas lo pusiéramos para descubrir las necesidades de quienes están a nuestro alrededor. El centro del mensaje de la evangelización es Cristo, pero si viéramos a Cristo en los otros los trataríamos muy diferente.

Confiáis que estas palabras del Papa tendrán un impacto en nuestra sociedad?

A menudo me parece que, de las cosas que dice el Santo Padre, la gente elige solo aquellas que les interesa. Haciendo esto, se pierde parte de la fuerza que tiene la coherencia de su mensaje. Francisco nos recuerda un listado de principios y criterios de acción que nos pueden servir para que cada cual, desde su libertad y responsabilidad, haga propuestas concretas a los problemas que tiene nuestra sociedad.

Es posible otro modelo económico?

El modelo económico predominante ha dado una importancia exagerada al retorno económico de la actividad empresarial. El beneficio económico es una condición necesaria, pero no suficiente, para valorar la actuación de una empresa. Hay que pensar en un modelo donde la persona sea el centro y la finalidad de la actividad económica. Para hacer posible este nuevo modelo hace falta, sobre todo, que nos demos cuenta de que tenemos que cambiar los términos: los beneficios son un medio, no un fin; las personas son un fin, no un medio.

Entrevista realizada por Òscar Bardají Martí para el Full Dominical del 21 de febrero

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