E. Vendrell: «Atender a los más vulnerables hace sentir como si se tuviera cuidado del mismo Jesucristo»

Después de 75 años el Organismo Benéfico Asistencial continúa con el legado del Beato Pere Tarrès y del Dr. Gerard Manresa atendiendo aquellos que más lo necesitan

Esta semana el testimonio para profundizar en el eje de la pobreza que propone Plan Pastoral Diocesano de la Iglesia de Barcelona viene del Organismo Benéfico Asistencial. La fundación, conocida para muchos por sus siglas OBA, fue fundada el 1946 por el beato Dr. Pere Tarrés y el padre y Dr. Gerard Manresa para ayudar los más vulnerables. Hoy, muchos años después, continúa en marcha y adaptada a los nuevos tiempos. 

El jefe de Recursos Humanos de la entidad, Enric Vendrell, y el director de la Residencia Gerard Manresa, Víctor Valhondo, explican en profundidad qué son los propósitos y la razón de ser, hoy en día, de la fundación. 

Tal como explica Enric Vendrell, en un principio la finalidad que motivó este proyecto fue atender a los enfermos que sufrían tuberculosis. Concretamente, aquellos que no eran atendidos por la sanidad pública.

«Poco a poco, la enfermedad se fue superando y la institución se mantuvo para continuar atendiendo personas en situación de vulnerabilidad como lo son las personas grandes y los jóvenes», explica Vendrell. 

Así pues, la orientación actual de la Fundación OBA mantiene vivo el espíritu cristiano de sus fundadores. Un espíritu que consiste en servir a quienes más lo necesitan en nuestra sociedad, a través de la atención y la cura de los más vulnerables.

Siguiendo el camino de Jesús

Víctor Valhondo expone que, como cristiano, más que una motivación lo considera seguir «el estilo de vida de Jesús». Es decir, «poner la persona y vocación al servicio de los más desfavorecidos». Según asegura, para él es seguir el camino que el Señor ha elegido, «vivir en el ministerio que Dios ha querido para nosotros». 

El director de la residencia Gerard Manresa, considera su vocación el hecho de «ser testigos, junto a las personas atendidas». «Descubriendo y compartiendo además de las diferencias y carencias el amor incondicional que Dios nos tiene a todos».

En este sentido, también Enric Vendrell señala como «la actitud de preocuparse y atender las personas vulnerables» lo hace sentirse «muy cerca de aquello que dice que cuando los atendemos a ellos atendemos el mismo Jesucristo». 

Llamamiento en la Iglesia

«La Iglesia como institución, comunidad o medio de descubrimiento de Dios y testigo de su amor ha estado y está al servicio de las personas que más lo necesitan», expone Víctor Valhondo. Denuncia que estas personas viven «en dificultades para cubrir sus necesidades básicas y mantener una vida mínimamente digna». Tal como expone, muchos de ellos viven al margen de la exclusión social por la carencia de «recursos económicos, recursos personales, familiares, entornos desfavorecidos y falta de apoyo social». Por eso, «la Iglesia tiene que estar presente con los más necesitados y más desfavorecidos», argumenta. 

Con este llamamiento, Valhondo pide la implicación de la sociedad, ya sea con recursos económicos o personales. Porque las instituciones sociales puedan continuar existiendo y la iglesia continuar con esta misión de ayuda hacia los más desfavorecidos.

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