Encuentro Martirial en Mas Claret en espera de las beatificaciones

Ha sido una celebración marcada por una "joya contenida" esperando el 21 de octubre

Como cada año, este tercer domingo de septiembre, se ha celebrado en el Mas Claret de Cervera el Encuentro Martirial en memoria de los 19 mártires que fueron asesinatos en octubre de 1936 y de todos los mártires de la comunidad claretiana. Los mártires de Mas Claret forman parte del grupo de 109 claretianos que serán proclamados beatos el próximo 21 de octubre.

Por ello, este año ha sido una celebración marcada por una «joya contenida» esperando el 21 de octubre. Así lo remarcó en la homilía el padre Ricard Costa-Jussà, provincial de los Claretianos de Cataluña, que presidió la celebración. El padre Costa-Jussà destacó que el testimonio de perdón de los mártires sólo se explica porque «tuvieron la experiencia de sentirse amados por Dios» y porque «sólo podemos sentir verdaderamente el perdón si realmente hemos sido amados». «Esta es la experiencia que tuvieron los mártires y que deberíamos imitar hoy: la invitación de Jesús a vivir el amor hasta el extremo, pidiéndonos que no perdonamos una vez, sino 70 veces 7».

En la celebración han participado varios padres claretianos y otros curas y feligreses de la diócesis de Solsona, miembros de la familia claretiana de varios puntos de Cataluña y algunos familiares de los mártires.

El Mas Claret fue la casa donde se refugiaron una parte de la comunidad y los estudiantes claretianos de Cervera en julio de 1936. Después de estar controlados durante todo el verano, el 19 de octubre fueron fusilados en un margen al junto al Mas. Desde el 1943, en el lugar de su martirio, los claretianos celebramos el Aplec Martirial.

Como cada año la celebración comenzó con un Vía Crucis que recorrió el camino que siguieron el mártires desde el Mas hasta el campo donde fueron fusilados. El camino pasa junto al pequeño cobertizo en el que durante su cautiverio algunos claretianos escondían para poder celebrar la Eucaristía.

Este espacio, que siempre ha sido de memoria de los mártires, fue reformado en 1997. El padre Josep Vilarubies promovió la ampliación del espacio donde está el memorial de los mártires y se adecuó el cubierto para celebraciones y encuentros. También se señalizó el camino de los mártires con un panel informativo y con una lápida procedente de la misma piedra con la que Domènec Fita hizo la escultura del Padre Claret para la Sagrada Familia. Es un espacio de memoria de los mártires que a la vez está disponible para grupos que quieran hacer encuentros.

Fuente: Comunicación Claret

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