El retablo de San Josep Oriol llega a su 25ª edición con novedades
La obra del "Doctor Pa i Aigua" vuelve con una interpretación más austera y más propia del teatro contemporáneo
Fotografías: Agustí Codinach
Este sábado 18 de marzo vuelve el Retablo de San Josep Oriol con la 25 edición. Un año más, la basílica de Santa María del Pi se convertirá en el escenario donde se representará la vida y el legado de este prelado barcelonés, cuyos restos reposan en la misma iglesia.
La obra de teatro da el pistoletazo de salida con una procesión, con la Mulassa de Barcelona, seguida de la representación del retablo en la basílica. La procesión se inicia a las 19 h en la plaza del Pi y el Retablo será a las 20 h dentro de la basílica con entrada libre.
Este año, la dirección va a cargo del director y dramaturgo napolitano Pasquale Bávaro, que otros años ya había participado en la representación interpretando a alguno de los personajes. Tal como expone, se muestrea «emocionado» por la interpretación de este año en la que, pese a mantenerse fiel a la estructura de los últimos años, ha implementado algunos cambios.
Representación más austera y más contemporánea
«Queremos invitar a todo el mundo a conectar de algún modo con la esencia de la obra»
Entre los cambios, de entrada, alejándose de la ornamentación del barroco, ha puesto el foco en una interpretación más austera, prescindiendo más del material escenográfico. «Queremos aprovechar el esplendor del templo e ir al valor de las piedras y el esplendor de la basílica del Pí», explica el dramaturgo. Con este estilo más minimalista explica que se «se consigue poner más relevancia en los personajes», al tiempo que «seguir el mismo ejemplo de San José Oriol, que se hacía llamar el Doctor Pan y agua para hacer valer la sencillez de las cosas» «.
En la misma línea, en esta 25 edición, el director también ha introducido variaciones en la interpretación y con la iluminación, ahora «más propia del teatro contemporáneo, en el que se intenta interpelar más las sensaciones del espectador» . En este sentido, explica Pasquale, «intentan encontrar la conexión con el público». «Queremos invitar a todo el mundo a conectar de algún modo con la esencia de la obra, ya sea, espiritualmente con el Santo, con el trascendente, con Dios o con la propia Iglesia», explica.
El reto de interpretar un Santo
«Cuando me propusieron representar a un santo me sorprendió, me suponía algo totalmente nuevo»
Otro cambio, se visualiza en la puesta en escena del papel de San José Oriol. Anteriormente, en las tres partes más diferenciadas del Retablo éste iba cambiando, de modo que el Santo adquiría distinto rostro según los momentos. Este año, «para mantener la continuidad» – argumenta Pasquale – lo interpretará el propio actor». Este será Pol Torner, que se estrena por primera en el elenco del Retablo de San José Oriol y lo hace «muy ilusionado».
«Al principio cuando me propusieron representar a un santo me sorprendió, me suponía algo totalmente nuevo – explica Torné-. Para mí es todo un reto este nuevo registro». Para prepararse el personaje, el actor se informó leyendo algunos textos sobre el Santo y entre ellos el mismo guión cuando los personajes contemporáneos del Santo hablan y comentan cómo es él. «Me ayuda a hacerme una idea percibir cómo lo veían -explica- tal y como ocurre en una escena donde uno de los personajes expone como «sólo con la mirada de San José Oriol ya le aportaba paz». Al final, según explica Pol Torné «la reflexión es que un santo es como cualquier persona. Alguien como tú y como yo, que fue una buena persona y se dedicó a los demás».
Torner, además, es especialista de cine y tiene experiencia haciendo doblajes en escenas de riesgo, como en la serie la Feria de Netflix. Según explica, esta experiencia le sirve para la última puesta en escena, cuando Sant Josep Oriol asciende al cielo y el actor debe elevarse más de 10 metros con un arnés.
La historia del «Doctor Pan y Agua»
La efeméride cura, popularizado bajo el nombre “Doctor Pa i Aigua”, dejó una huella profunda en los barceloneses del siglo XVII. La austeridad, la sencillez y la caridad fueron algunos de los valores que le llevaron hacia el camino de la santidad. Así, san José Oriol cuidaba de los más necesitados, a los que cuidaba y daba remedios para las enfermedades. Además, sus ganancias también les destinaba al servicio de los demás. Un sacerdote que, con su vida dedicada al servicio de la Basílica, se ha convertido en un patrón muy querido por todos los del barrio.