«Dejé de estudiar porque me querían raptar»
Tabassum Yousaf, abogada cristiana y paquistaní, explica su lucha contra la persecución religiosa en 'Rome Reports'
El reportaje de Rome Reports de esta semana nos presenta la historia de la Tabassum Yousaf. Se trata de una mujer, es una abogada paquistaní que se dedica a defender a las víctimas de las persecuciones religiosas. Como ejemplo, explica el de una joven cristiana «lanzada por una ventana por no querer convertirse y casarse con un musulmán».
Víctimas de la persecución
Esta defensora acérrima de los Derechos Humanos, destaca el desconocimiento que hay sobre estos casos. «El único caso del que se ha hablado sobre lo que sucede en Pakistán es el de Asia Bibi pero hay muchos otros que no se conocen». Se trata de un problema que sufre gran parte de la población. De hecho, tal y como explican los de Rome Reports, Tabassum, cuando estudiaba, sufrió en carne propia la discriminación religiosa, que viven a diario las minorías en Pakistán. Ella era la única cristiana en su escuela y eso estuvo a punto de costarle caro.
«Un chico musulmán me dijo que se había enamorado de mí – explica Yousaf-. Quería que me casara con él pero que primero me convirtiera. Le dije que no, que yo era católica, por qué tenía que convertirme? me puso las cosas tan difíciles que tuve que dejar mis estudios. una vez me dijo: «No sabes quién soy yo, yo soy un Rajah». Es un tipo de casta Pakistaní. me dijo que vendría hasta la universidad con sus amigos para raptarla me «.
Ley antiblasfemia
Para los cristianos de Pakistán la liberación definitiva de Asia Bibi ha supuesto un hito en la historia del país de cara a erradicar el fundamentalismo religioso. Sin embargo, quedan aún importantes medidas de implementar porque la ley antiblasfemia no vuelva a cebarse con los inocentes. En esta línea, «que acusa alguien injustamente debe ser encarcelado», explica la abogada. «Sería un gran paso pero hay que ponerlo en práctica. Sin embargo, aún no se hace «.
Se trata de una ley que castiga la blasfemia contra alguna religión. Aunque de entrada podría no presentar ningún problema, la cuestión está, más bien, en cómo se ha utilizado. Así, como expresa el portavoz de Amnistía Internacional, Riccardo Noury: «es una ley que se ha utilizado durante muchísimos años para resolver asuntos privados y por venganzas personales».
Desde que se aprobó en 1986, se estima que 224 cristianos han sufrido las consecuencias de la ley antiblasfemia, utilizada en muchas ocasiones como un instrumento de venganza personal o como herramienta para discriminar las minorías. 25 cristianos todavía siguen en prisión después de haber sido declarados culpables y otros 23 no llegaron a ser ni juzgados, ya que, fueron asesinados inmediatamente después de haber sido acusados.