Congreso en defensa del mar como bien común
La Pastoral del Mar se une a un encuentro internacional en Copenhague para reflexionar sobre la importancia de las aguas marítimas

El Apostolado del Mar ha participado en el congreso The Common Good, our Common Sea and the People of the Sea «(El bien común, nuestro mar común y la gente de mar). El encuentro ha sido convocada por el Dicasterio para la Promoción Integral del Desarrollo Humano, Justitia et Pax de Europa, The Global Catholic Climate Movement y Stella Maris en Copenhague del 3 al 5 de mayo.
Gente de mar
El Cardenal Peter K.A. Tukson, prefecto del Dicasterio para la promoción integral del desarrollo humano, presidió las jornadas, a las que asistieron representantes de diversas entidades. Así, había miembros de la UNESCO, Justicia y Paz de Europa, FAO, Universidad Marítima Mundial, otras universidades, navieras, el Movimiento Global Católico para el Clima y del Apostolado del Mar.
Previamente, el Apostolado del Mar de Europa tuvo una sesión de trabajo especial orientada a preparar la conferencia regional europea a celebrar el próximo mes de junio en Roma y la conferencia mundial de 2020 ya debatir sobre nuevos programas de formación para los voluntarios y una nueva base de datos internacional sobre barcos visitados.
El cuidado de nuestra casa
Había representantes de, Vaticano, Inglaterra, Escocia, Irlanda, Francia, Italia, Ucrania, Polonia y España. Entre los españoles, participaron: Ramón Caamaño, director nacional del Apostolado del Mar de España y Ricardo Rodríguez-Martos, director del apostolado del mar de Barcelona.
En cuanto conferencia general, se centró en el documento de referencia la Carta Encíclica «Laudati Sii» del papa Francisco. El documento, promulgado en 2015, trata del «cuidado de la casa común» y es una reflexión sobre la responsabilidad que todos tenemos sobre el cuidado de nuestro planeta.
El mar, fuente de vida
Entre los temas más destacados, se profundizó en el mar. Por un lado, un elemento de contemplación y de admiración, ya que no lo podemos controlar. Sin embargo, un bien común que hay que proteger desde la concienciación y mediante leyes adecuadas. «La acción humana tiene un impacto negativo sobre los mares, que durante muchos años no ha sido adecuadamente valorado», se dijo alertar.
Los mares hacen la Tierra habitable, soportan una gran diversidad de medios de vida y ecosistemas son la parte más importante del sistema climático de la Tierra. Almacenan y transportan grandes cantidades de calor, agua y carbón. Además, son los amortiguadores de las variaciones climáticas estacionales.
En cifras
Entre los efectos colaterales que puede tener, se señaló las comunidades de los países del Tercer Mundo. Aquellos que más sufren las consecuencias.
«Los mares son vías de unión de la familia humana» y «los océanos son fuentes de energía, alimento y comercio». «Es realmente una fuente de vida, y por tanto hay que velar por ella», se subrayaba. En cifras, 3 mil millones de personas dependen de los pescados y mariscos silvestres capturados o cultivados como su fuente principal de proteínas. 500 millones de personas de los países en vías de desarrollo dependen de la pesca y de la acuicultura. 90% de las mercancías se transportan por mar. Tanto los pescadores, como las tripulaciones de los barcos merecen unas condiciones de vida y trabajo dignas, para que su labor sea sostenible.
Educando para prosperar
Se habló también sobre la necesidad de una educación para el desarrollo sostenible. Aquí hubo una intervención interesante de la Universidad Marítima Internacional. De hecho, se presentó un proyecto de agenda para el desarrollo sostenible para los próximos 10 años.
En esta línea, un representante de la compañía marítima Maersk hizo una interesante exposición en la que manifestó que la industria marítima es responsable de un 2-3% de las emisiones de gases a escala mundial y que Maersk Haba reducido entre 2008 y 2018 un 41% de las emisiones de sus barcos y que hasta 2030 esperan reducir un 60% y finalmente, para 2050 el 100%. «Para lograr este objetivo, los barcos sin emisiones de carbono deben ser comercialmente viables en 2030 y se necesita una aceleración de las innovaciones y de la adaptación de nuevas tecnologías».
Cabe destacar también la intervención vía internet del cardenal John Ribot de Port Moresby en Papua Nueva Guinea, explicando cómo las islas de este archipiélago van desapareciendo bajo el aumento del nivel del mar y como esto va afectando lentamente a la población que debe trasladarse -se en el interior.