Ceremonia por la paz y contra el terrorismo
El cardenal Omella participa en un acto interconfesional que reunió 15 confesiones religiosas en el Museo Marítimo de Barcelona
El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, acompañado de su obispo auxiliar, Sebastià Taltavull, participó en la ceremonia conjunta que celebraron una quincena de confesiones religiosas ayer en Barcelona para hacer una llamada a la paz y en repulsa a los trágicos atentados perpetrados hace una semana por una célula yihadista en la capital catalana y en Cambrils, en los que murieron quince personas y un centenar resultaron heridas.
Representantes de las comunidades católica, musulmana, judía, budista, evangelista, cristiana ortodoxa, hinduista, sij y adventista, entre otras, condenaron unidas el terrorismo y homenajearon a las víctimas con una apelación a la «diversidad cultural y religiosa» como «principal elemento vertebrador de la paz social» y como la herramienta que debe ejercer de «antídoto del odio».
«Este tipo de actos deben servir para creer en las sociedades abiertas, frente a la intolerancia y el odio», afirmó la actriz Carme Sansa, que hizo de maestra de ceremonias en un homenaje concebido como interreligioso y interconviccional. En el acto, se leyeron textos budistas, de la Biblia, del Corán y la Torá, y jóvenes de diversas procedencias formaron un ramo de flores, que al término de los parlamentos trasladaron al mosaico de Miró en Las Ramblas, convertido en la zona cero del atentado.
El homenaje, organizado por la Generalitat y el Ayuntamiento, se celebró en el Museo Marítimo de Barcelona, a escasos metros de Las Ramblas y en pleno Raval, el barrio más intercultural de la capital catalana.