Celebración del primer aniversario de la beatificación de Joan Roig i Diggle
La Catedral de Barcelona custodia las reliquias del beato en la capilla de los Santos Mártires para la veneración de los fieles
Fotografías: Catedral de Barcelona, Guillem F. Gel
Un año después de la celebración de beatificación del joven sacerdote Joan Roig Diggle, la Catedral de Barcelona ha acogido una misa de acción de gracias con motivo de este primer aniversario del beato de Masnou. El obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Toni Vadell presidió la celebración, concelebrada por el director del Secretariado de la Pastoral con Joves, Mn. Carlos Bosch, y por el presidente de la Asociació Amics de Joan Roig, Mn. Ramón Santos. Asistieron un multitudinario grupo de juventud, entre ellos destacaba una gran representación de miembros del Grupo Joan Roig vinculado a la Iglesia Joven de Barcelona y de la Asociació Amics de Joan Roig.
Al inicio de la celebración, un grupo de chicos y chicas llevaron a hombros las reliquias del beato. Las depositaron junto al altar, donde permanecieron durante toda la celebración, como «símbolo unidad iglesia martirial y el memorial del Señor».
Vivir mirando al Señor
En el momento de la homilía, el obispo Toni con su tono cercano, se dirigió a los presentes y les recordó la forma en que el Señor nos pide que se viva y se entienda la vida, tal y como lo entendió Juan Roig. Una vida que no debe ser «cara la galería», sino enfocada a Dios.
Partiendo de la «vidua pobre» referenciada al Evangelio de Marcos, que pasa desapercibida con sus buenas obras, el obispo Toni invitó a «no vivir preocupados por lo que piensan los demás». Tal y como dijo, «vive la vida pendiente de Jesús. Él es quien nos juez, quien nos mira y quien nos ama. Él es quien ve la intención verdadera y lo que está dentro de tu corazón». En este sentido, el obispo Vadell recordó que, en el reino de Dios, el valor no se mide por superficial sino por quienes somos. «¡El gran título que tenemos con Dios, es el hecho de que nos ama por quienes somos!» – exclamó el obispo, interpelando a los jóvenes-. Y Joan Roig lo descubrió. Que el señor le acompañaba, «God is with me». Por él eso lo era todo».
Siguiendo el ejemplo de Joan Roig, el obispo Toni exhortó a perdonar, al igual que el beato lo hizo con los verdugos. «El perdón del beato es propio de aquél que ha descubierto que es amado por el Señor», añadió.
Reliquia para la veneración de los fieles
Al final de la celebración, el obispo, los concelebrantes y los asistentes se dirigieron a la capilla de los Santos Mártires, en el claustro de la Catedral. Una capilla, bendecida en 1952, en el marco del Congreso Eucarístico de Barcelona, donde se ha reservado un lugar para recibir las reliquias de los mártires nombrados beatos para la veneración de los fieles.
Tras la oración por el beato, el obispo entregó una reliquia del beato a la Iglesia Joven de Barcelona, y otra para el templo de la Sagrada Família.