Cáritas Barcelona cierra su 75º cumpleaños con un concierto a la Sagrada Familia
El Cardenal Omella, hace un llamamiento a las más de 2.000 personas que llenaban el templo a romper con la inmediatez en que vive la sociedad actual y pide destinar más tiempo para estar junto a los que más estimamos, pero también de los que más sufren

Más de 2.000 personas colaboradoras de Cáritas Diocesana de Barcelona han asistido al tradicional concierto de Navidad de la Sagrada Familia. El concierto ha querido finalizar los diversos actos que Cáritas Diocesana de Barcelona ha llevado a cabo para conmemorar sus 75 años de historia.
El concierto ha corrido a cargo de la Orquestra Nacional Clàssica d’Andorra y el Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana, dirigidos por Xavier Puig. Durante el concierto, el público ha disfrutado de algunas piezas clásicas de Johann Sebastian Bach, entre otros, pero también han podido escuchar algunas de los villancicos más tradicionales y conocidos como Santa nit o El noi de la Mare.
75 años de servicio a las personas
Antes de iniciarse el concierto, el director de Cáritas Diocesana de Barcelona, Salvador Busquets, ha querido dirigir unas palabras a todas las personas asistentes. Busquets ha comenzado agradeciendo el apoyo de todos los socios, donantes, personas voluntarias, profesionales y sacerdotes que diariamente colaboran con Cáritas Diocesana de Barcelona. «Nuestra tarea la podemos hacer gracias a todos vosotros, teniéndoos a nuestro lado para poder seguir haciendo camino. Hace 75 años que estamos en el servicio de las personas, y queremos seguir muchos años más construyendo una sociedad más justa y solidaria», ha indicado Busquets.
Asimismo, el director de Cáritas Barcelona ha querido recordar que la pobreza y la exclusión social siguen presentes en Barcelona, y ha alertado de que 1 de cada 4 personas de la diócesis vive en situación de exclusión social. «Esta cifra es grave, y sitúa la pobreza de Barcelona por encima del promedio de Catalunya», ha explicado. Con todo ha querido hacer una llamada a la esperanza, afirmando que la exclusión social con la que convivimos no es inevitable, sino que puede revertirse.
Para ello ha pedido políticas sociales públicas adecuadas, y que la sociedad civil siga respondiendo con la solidaridad con que lo ha hecho estos últimos años.
Las heridas de la desigualdad
Por su parte, el Cardenal Arzobispo de Barcelona y presidente de Cáritas Diocesana de Barcelona, Juan José Omella ha hablado de las heridas que provocan las desigualdades, indicando que estas no son fáciles de curar, y que no pueden cerrarse de cualquier forma. Por este motivo, ha hecho un llamamiento a no trabajar desde la inmediatez, sino desde el cuidado y la paciencia. «Los profesionales y voluntarios de Cáritas saben que los procesos vitales de una persona necesitan tiempo, y que la acción de Cáritas nunca debe guiarse por la inmediatez o la desazón, sino por un espíritu de trabajo constante», ha indicado Omella.
El arzobispo de Barcelona, ha advertido que vivimos en una sociedad que actúa marcada por «el ahora mismo», y que debemos saber parar y reflexionar sobre nuestras acciones. Finalmente, ha hecho un llamamiento a los asistentes, pidiéndoles estén al lado de las personas que más aman, pero también de las que más sufren, sobre todo en Navidad.