Balance de las colonias y casales de este verano
La Fundación Pere Tarrés elabora un informe sobre los aprendizajes e incidencias que han ayudado a gestionar de manera más precisa y eficaz el ocio

La Fundación Pere Tarrés ha elaborado un informe con los equipos de las colonias y casales. Se trata de un balance sobre el acierto de los centros de ocio en un verano tan complejo y diferente como este. Asimismo, muestra los escollos más importantes que la han dificultad. La voluntad es ofrecer estos aprendizajes a los diferentes agentes educativos (familias, escuelas, entidades de ocio, administraciones, familias) de cara al futuro, y especialmente, para el inicio del nuevo curso escolar.

A pesar de la coyuntura, la Fundación Pere Tarrés ha priorizado, en todo momento, continuar con las actividades de verano. El objetivo es propiciar una experiencia educativa, inclusiva y de reconexión y socialización para los niños, adolescentes y jóvenes. Aún más, después de un confinamiento largo y una serie de restricciones que han alterado completamente sus rutinas y manera de relacionarse.
La función inclusiva del ocio
A pesar de las alteraciones de protocolos, desde la Fundación Pere Tarrés continuamos defendiendo la importancia del ocio educativo. Principalmente, su papel inclusivo, como motor de igualdad de oportunidades y el componente socializador. Es por ello que todos los actores implicados debemos hacer posible que el ocio siga siendo una prioridad.
Un esfuerzo colectivo
La implicación y esfuerzo de tantos profesionales y voluntarios ha sido el eje de acción de la Fundación Pere Tarrés y sus centros de esplai y centros socioeducativos adheridos que, ante una situación extremadamente compleja, ha permitido extraer las primeras conclusiones de una temporada de actividades absolutamente atípica. Su experiencia y dedicación ha permitido elaborar una serie de aprendizajes y detectar diversas incidencias que ponen a disposición de las instituciones, las entidades y la sociedad para poder hacer frente al desafío que este año supone la vuelta al centros educativos.
La coordinación entre los agentes implicados, clave
Para llevar adelante las actividades, ha sido necesario el diálogo entre la administración y entidades. Ha hecho posible adaptar el ocio a los requerimientos sanitarios. Así, la colaboración con la Administración a la hora de hacer protocolos, a pesar de algunas disfunciones comunicativas, ha permitido ofrecer unas actividades reguladas y seguras. Todo ello, sumado a la coordinación pedagógica y organizativa, la adaptación de los equipamientos y la formación de los profesionales.
Recordemos que los monitores y monitoras han sido el primer contacto social y educativo que han tenido los niños y jóvenes después del confinamiento y este colectivo ha tenido que poner en práctica protocolos que, a menudo, no eran lo suficientemente maduros.
El liderazgo social y público, esencial
Ante una situación excepcional como la que estamos viviendo este 2020, poner en marcha las actividades de verano ha generado inquietud debido a la gran responsabilidad que suponía. En este sentido, ha sido necesario un liderazgo social y público por parte de la Administración pública para ofrecer confianza y seguridad en la toma de decisiones. Sin embargo, se han dado errores de planteamiento y ejecución que, en ningún caso, deben estar justificados por la incertidumbre del contexto.
De este modo, los grandes damnificados por los errores de actuación y la falta de liderazgo público han sido las entidades juveniles y de voluntariado que, a pesar de los esfuerzos de poner en marcha un programa de actividades seguro, algunas de ellas no han podido salir adelante y han tenido que suspender su oferta de ocio.
La cordura aplicada a protocolos y procedimientos
A pesar de que desde la Fundación Pere Tarrés se valora que el balance del número de contagios respecto el grueso de niños y jóvenes participantes en las actividades de verano es muy positivo (con 10 casos de contagio, 5 de los cuales eran adultos, respecto más de 21.000 niños y niñas participantes), la aplicación de los protocolos y procedimientos ha distorsionado en numerosas ocasiones el ritmo de las actividades. La prueba PCR es determinante para saber cómo actuar respecto la actividad y uno de los grandes inconvenientes es que el circuito no es ágil y la espera para recibir los resultados es demasiado larga.
No pudo distinguir entre síntomas normales (como décimas de fiebre por una insolación) de los del Covidien-19, protocolos que no contemplan todas las situaciones posibles o bien el colapso de la formación que la Administración puso a disposición de los profesionales del ocio han generado situaciones de estrés que podían haberse evitado.
Mejorar la respuesta ante posibles casos

Por otra parte, consideramos que es necesaria la coordinación de todas los interlocutores implicados. Entre estos, el 061, los centros atención primaria o el Departamento de Juventud, para evitar mensajes contradictorios, trato desigual entre caso positivo y sospechoso y, sobre todo, propiciar una gestión eficaz de los contactos de la persona sospechosa para poder romper la cadena de contagio.
Hay que superar los muros burocráticos
Por último, el informe considera que la ayuda de la Administración no se puede perder en un laberinto burocrático porque muchas familias dependiendo de ellas. El sistema de becas de este año ha sufrido retrasos, así como la gestión de la convocatoria de oferta de recursos económicos, un promesa de la Administración que, a pesar de tratarse de una decisión acertada, podría dejar de serlo si no se llega a tiempo.
Cabe destacar que las actividades de verano y la atención a las familias vulnerables ha sido posible por la implicación de la Fundación Pere Tarrés. Hemos vuelto a demostrar la necesidad de preservar y cuidar el ocio como un derecho para los niños y sus familias.
Una vez más, la Fundación Pere Tarrés se pone a disposición de administraciones, entidades y centros con el objetivo de ayudar, colaborar y sumar juntos en este nuevo curso, teniendo en cuenta que nos encontramos ante un reto col Colectivo como sociedad.