8 DE ABRIL
Santa Julia Billiart

Día 8 de abril, SÁBADO SANTO: Santa Julia Billiart, virgen
La salud marcó la vida de María Rosa Julia, nacida en 1752 en Cuvilly (en la Picardía belga, hoy Francia). De joven -eran tiempos de revolución en Francia-, quedó tan traumatizada por el disparo que recibió su padre en la calle, que no pudo andar durante años. Pero desde la cama oraba, cosía ropa para la parroquia del pueblo y sobre todo hacía catequesis a los niños. Al conocerse de memoria el catecismo, pudo recibir la Primera Comunión y Confirmación a los nueve años. Después de 22 años el día del Sagrado Corazón (1804) el sacerdote Enfantin, llamándola como un nuevo Cristo, la hizo levantar de la cama. Ya no va a parar más. Con la ayuda de su principal amiga Francesca Blin y de un presbítero iniciaron lo que sería el Instituto de Nuestra Señora de Namur (1806), ocupándose de los niños más abandonados, a través de orfanatos y enseñanza de la catequesis . Y claro, fue una buena amante y propagadora del Sagrat Cor. Murió el 8 de abril de 1816 en Namur y fue canonizada en 1969 por el papa Pablo VI. Es la patrona de los catequistas.
Segundo día del Triduum pascual
«El Sábado Santo es el día del silencio de Dios. Debe ser un día de silencio. Jesús colocado en el sepulcro comparte con toda la humanidad el drama de la muerte. Es un silencio que habla y expresa el amor como solidaridad con los abandonados de siempre, que el Hijo de Dios viene a llenar el vacío que sólo la misericordia infinita de Dios Padre puede llenar. Dios calla, pero por amor. En ese día, el amor -aquel amor silencioso- se convierte en espera de la vida en la resurrección. Y el Sábado Santo: nos hará bien pensar en el silencio de la Madre, «la Creyente», que en silencio estaba esperando la Resurrección» (Papa Francisco, Homilía, 23.03.16).
1. Conmemoración de san Ágabo, profeta. Según testimonian los Hechos de los Apóstoles, movido por el Espíritu Santo anunció una gran hambruna sobre toda la tierra, así como las dificultades que Pablo debería soportar de los gentiles (s. I).
2. Conmemoración de los santos Herodión, Asíncrito y Flegón, a los que el apóstol san Pablo saluda en la Carta a los Romanos (s. I).
3. Conmemoración de san Dionisio, obispo de Corinto. Dotado de admirable conocimiento de la palabra de Dios, no sólo enseñó con la predicación a los fieles de su ciudad y de su provincia, sino también a los obispos de otras ciudades y provincias mediante sus cartas (180).
4. Santos Timoteo, Diógenes, Macario y Máximo, mártires. En Antioquia, Siria (fecha incierta).
5. San Dionisio, obispo. Hombre de gran erudición, ilustre por su confesión de la fe y por la diversidad de sufrimientos y tormentos. Descansó como confesor de la fe, ya anciano, en tiempos de los emperadores Valeriano y Galeno. En Alejandría, Egipto (c. 265).
6.San Amancio, obispo, que fue el tercero en la cátedra de la Iglesia de Como y fundó la basílica de los Apóstoles. En Como, de Liguria (449).
7. Beato Clemente de Auximo, presbítero de la orden de Ermitaños de San Agustín. Dirigió y promovió la orden con gran eficacia y la adaptó sabiamente a sus leyes. En Orvieto, de la Toscana, Italia (1291).
8. Beato Julián de San Agustín, religioso de la orden de los Hermanos Menores Descalzos. Fue tomado por loco a causa de su exagerada penitencia y fue rechazado varias veces de la vida religiosa. Predicó a Cristo más con el ejemplo que con palabras. En Alcalá de Henares, Madrid (1606).
9. Santa Julia Billiart, virgen. Para asegurar la educación de las jóvenes, fundó el instituto de Santa María y propagó la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. En Namur, junto al Mosa, Brabante (1816).
10. Beato Augusto Czartoryski, presbítero de la Sociedad Salesiana. Su salud enfermiza no le impidió andar según la llamada de Dios, y mostró eximios ejemplos de santidad. En Alassio, cerca de Albenga, en la región de Liguria, Italia (1893).
11. Beato Domingo del Santísimo Sacramento Iturrate, presbítero de la orden de la Santísima Trinidad. Trabajó con todas sus fuerzas en la salvación de las almas y en fomentar la glorificación de la Trinidad. En el convento de Belmonte, cerca de Cuenca (1927).
Otros: advocaciones marianas, conmemoraciones de congregaciones religiosas, santos y beatos (tradición, costumario…).
► “A abril con sus chaparrones, sigue mayo con sus flores”.