29 DE DICIEMBRE

Santo Tomás Becket, obispo y mártir

Nacido en el Londres de 1118, fue amigo del rey Enrique II, quien le nombró canciller del reino e incluso lo promovió en la mitra primacial de Inglaterra, como Arzobispo de Canterbury. Defendiendo enérgicamente los derechos y libertades de la Iglesia, le valió un exilio de seis años a Francia. En diciembre de 1170 regresó a Londres, después de aceptar la convocatoria de un concilio para debatir los desacuerdos con el rey. Pero pronto volvió a enfrentarse a Enrique, que, agotado, según se cuenta, clamó: «¿Quién me librará de este cura?». Al final Enrique fue taxativo: el 29 de diciembre, cuatro caballeros entraron en la catedral de Canterbury y, mientras Becket rezaba, le asesinaron. Canonizado tres años después.

Como Arzobispo había escrito: «Si queremos conocer el significado del nombre de los que somos llamados obispos y pontífices, debemos considerar con una continua solicitud e imitamos las huellas de aquel que, constituido por Dios pontífice para siempre, se ofreció a sí mismo por nosotros al ahora de la cruz y desde el alto mirador del cielo mira continuamente los actos de todos y las intenciones de los actos, y finalmente dará a cada uno según sus obras» (“La responsabilidad de ser obispo ”, Carta 74)

Diciembre que se marcha tiritando, buen año viene pregonando.

Diciembre que se marcha tiritando, buen año viene pregonando.