11 DE AGOSTO

Santa Clara, virgen

En 1193 Clara nace en Asís, de los nobles Favarone di Offreduccio y Ortolana. A los dieciocho años huirá de casa y permitirá que el joven Francisco le corte el pelo y le entregue las «insignias de la penitencia». La «Dama rica» abrazará a la «Dama pobreza»: «Sólo tenía necesidad de Dios». Muchas compañeras le imitarán (Clarisses). Santa Teresa de Jesús le tenía mucha devoción: «Me dijo que saliera adelante, que ella me ayudaría» (Vida 33,13). Murió en Asís el 11 de agosto de 1253 y fue canonizada en 1255. Tiene una estatua en la girola de la catedral de Barcelona.

  1. San Alejandro, llamado Carbonero, obispo. A partir de la filosofía logró la eminente ciencia de la humildad cristiana y, elevado por san Gregorio Taumaturgo en la sede episcopal de aquella Iglesia, fue célebre no sólo por su predicación, sino también por haber sufrido el martirio en la hoguera. En Pedido del Puente (s. III).
  2. San Tiburcio, mártir. El papa san Damas canta las alabanzas. En Roma, en el cementerio llamado Ad Duas Lauros, en la vía Labicana, a tres miliarios de la ciudad (s. III/IV).
  3. Conmemoración de santa Susana. Los antiguos anales la celebran con ese nombre entre los mártires. En el siglo VI se dedicó a Dios, con su nombre, la basílica del Título de Cai, junto a las termas de Diocleciano. En Roma (fecha incierta).
  4. San Rufino, considerado primer obispo de esta ciudad y mártir. En Asís, en Umbría (~ s. IV).
  5. San Casiano, obispo. En Benevento, de la Campania (s. IV).
  6. San Taurino, venerado como primer obispo de la ciudad de Evreux. En la ciudad de Evreux, en la Galia (~ s. V).
  7. Santa Atracta, abadesa. Según la tradición, recibió el velo de las vírgenes de manos de san Patricio. En Hibernia (ahora Irlanda) (s. V).
  8. San Equicio, abad. Como escribe el papa san Gregorio Magno, fue padre de muchos monasterios a causa de su santidad y, allá donde iba, abría a todo el mundo la fuente de las Sagradas Escrituras. En la provincia de Valeria, Italia (antes de 571).
  9. San Gaugerico, obispo, célebre por su piedad y caridad hacia los pobres. Fue ordenado diácono por Magneric de Tréveris y, elegido para la sede episcopal de Cambrai, ejerció el episcopado durante treinta y nueve años. En Cambrai, Australia (~ 625).
  10. Santa Rustícola, abadesa. Gobernó santamente sus monjas durante casi sesenta años. En Arles, de la Provenza, en la Galia (632).
  11. Beatos Juan Sandys y Esteban Rowsham, sacerdotes, y Guillermo Lampley, sastre, mártires. Durante el reinado de Isabel I, en días distintos no conservados en la tradición, sufrieron por Cristo los mismos tormentos. En Gloucester, Inglaterra (1586, 1587 y 1588).
  12. Beato Juan Jorge (Jaime) Rhem, sacerdote de la orden de los Predicadores y mártir. Cerrado durante la persecución en una escuálida cárcel, levantaba la esperanza de sus compañeros de cárcel, cruelmente torturados, hasta que él mismo, por amor a Cristo, murió de una enfermedad incurable. Cerca de la costa de Francia, frente al puerto de Rochefort (1794).
  13. Beato Rafael Alonso Gutiérrez, mártir. Padre de familia. En el furor de la persecución contra la fe, derramó su sangre por Cristo. Con él se conmemora también el bienaventurado mártir Carlos Díaz Gandia, que ese mismo día y en la misma localidad recibió la vida eterna por la defensa de la fe. En el pequeño pueblo de Agullent, en el territorio de Valencia (1936).
  14. Beato Miguel Domingo Ceniza, religioso de la Sociedad Salesiana y mártir. Durante la misma persecución, mereció alcanzar a través del martirio la palma de la gloria. En la localidad de Prat de Comte, cerca de Tarragona (1936).
  15. Beato Mauricio Tomay, sacerdote y mártir. Era canónigo regular de la Congregación de los santos Nicolás y Bernat de Monte Giove (Gran San Bernardo). Anunció con ahínco el Evangelio en China y Tíbet, y recibió la muerte a manos de los enemigos del nombre cristiano. En los confines de Tíbet (1949).

En agosto, sandía y melón un buen refresco son.

En agosto, sandía y melón un buen refresco son.