El Card. Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos de la Santa Sede ha presidido este mediodía la ceremonia de beatificación de 16 mártires de la archidiócesis Barcelona.
La Basílica de la Sagrada Família ha acogido el acto litúrgico que ha contado entre los concelebrantes con el Card. Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona; el Card. Lluís Martínez Sistach, Arzobispo emérito de Barcelona; y los dos obispos auxiliares de la archidiócesis barcelonesa, Mons. Sergi Gordo y Mons. Antoni Vadell.
Esta Causa aprobada por el Papa está compuesta por 9 religiosos de la Congregación de San Pedro ad Víncula, 3 religiosas de la Congregación de Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor, 1 religiosa de la Congregación de Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones y 3 laicos protectores de los religiosos de San Pedro ad Víncula. Todos pertenecientes a Comunidades en Catalunya. La Capilla dedicada a los mártires en el Claustro de la Catedral de Barcelona, hace referencia a todos ellos.
El Card. Angelo Becciu ha señalado en su homilía que «en los beatos que hoy celebramos, la Iglesia reconoce un modelo a imitar» y ha añadido que «estos testigos de la fe vivieron con generosidad y coraje los valores de la vida religiosa, lo que provocó el ensañamiento de sus perseguidores» y que «estos hermanos y hermanas nos dicen hoy pero en todo esto vencemos de sobra gracias a Aquel que nos ha amado» y, finalmente, ha manifestado que «la gloria de los mártires permanece, mientras que los regímenes de persecución pasan».
El Card. Juan José Omella ha tenido unas palabras de agradecimiento dirigidas al Card. Angelo Becciu en las que ha indicado que «en compañía de los hermanos obispos de nuestra Archidiócesis de Barcelona y de las Iglesias hermanas en las que los Beatos nacieron, desarrollaron su misión y entregaron sus vidas por amor, deseo dar las gracias al Cardenal Becciu, representante del papa Francisco en esta celebración: Gracias, señor Cardenal, por habernos visitado y haber traído a nuestra tierra la alegría de dieciséis nuevos mártires.»
Los 16 mártires fueron víctimas, en los años 1936 y 1937, de la persecución religiosa sobrevenida en los años treinta. El proceso de beatificación se intensificó a los inicios de los años 2000. Por orientaciones diocesanas y vaticanas se unieron las tres Congregaciones indicadas y los laicos. El grupo incluye sacerdotes, personas consagradas y laicos; jóvenes y mayores; hermanos estudiantes y superiores; obreros, padres de familia y educadores: todos ellos servidores, por el Evangelio y el amor a Dios, hasta el momento de su entrega martirial.
Las Congregaciones comunican el gozo de contar con hermanos y hermanas señalados por la fidelidad, el amor y la entrega. Ellos son testimonio de fe, de caridad y de perdón, son modelo y referencia para todos nosotros. Niños, jóvenes y mayores encontramos en ellos, intercesores y guías en nuestro camino. Los nuevos beatos transmiten un mensaje actual y de amplitud eclesial. En el año del Sínodo de los Jóvenes, presentan una experiencia eclesial de fe, de entrega y de discernimiento vocacional.
Los Superiores Generales de estas Congregaciones expresan su satisfacción por haber celebrado esta beatificación en la Basílica de la Sagrada Familia. Agradecen encarecidamente el sentido de comunión y, así mismo, la acogida del Cardenal Juan José Omella Arzobispo metropolitano de Barcelona, del Rector de la Basílica, Mn. Josep M. Turull; del Presidente Delegado del Patronato, Señor Esteve Camps, y de todo el personal de la Basílica.