Acto de concienciación por los refugiados muertos en el Mediterráneo desde 2015
La Pastoral Social y Caritativa, Sant' Egidio, Cáritas Barcelona y otras entidades sociales se unen para reclamar la apertura de vías legales para llegar a Europa

El jueves, 30 de junio, la basílica de los Sants màrtirs Just i Pastor se llenó con la presencia de numerosos refugiados de diferentes países para recordar a los más de 21.000 refugiados que han perdido la vida desde 2015 en el Mediterráneo o en las rutas terrestres de inmigración hacia Europa. Entre las entidades colaboradoras destacaba Sant’Egidio Barcelona, la delegación diocesana de Pastoral Social y Caritativa, Cáritas Barcelona y Migra Studium.
Situación inadmissible
La conmoción ha sido grande, sobre todo cuando se ha recordado la inadmisible masacre de 37 refugiados muertos y numerosos heridos en la frontera de Melilla el viernes 24 de junio. También se han recordado a las víctimas de la guerra en Ucrania y los 323 niños muertos desde el inicio del conflicto, la mayoría en las regiones de Donetsk, Kharkiv, Kiev y Chernihiv.
Recordando la masacre de Melilla y el trato inhumano recibido por quien busca un futuro mejor, se ha pedido la apertura de vías legales para llegar a Europa. Un reclamo para ahorrar el peaje de la muerte y el sufrimiento en los viajes de la esperanza por el mar y el desierto, provocado muchas veces por las mafias y traficantes de personas. Los corredores humanitarios que la Comunidad de Sant’Egidio abiertos en Italia, Francia, Bélgica y Andorra han facilitado con, un “visado humanitario” y la integración en la sociedad civil, la llegada a estos países de más de 5.000 refugiados procedentes de las guerras de Siria, Afganistán o el Cuerno de África. También se ha pedido que se trate con más humanidad a los emigrantes y los refugiados, favoreciendo su acogida y su integración.
Víctimas des del 1990
Desde 1990 han perdido la vida o desaparecido más de 62.000 personas en el Mediterráneo o en las rutas terrestres de inmigración hacia Europa. Es un balance demasiado duro para considerarlo como una estadística más, como ocurre a menudo. En realidad es una tragedia de la humanidad a recordar y que exige un respeto, si pensamos también en todos aquellos –que son millones– que actualmente están en campos de refugiados en todo el mundo esperando conocer su suerte. Durante el velatorio en la basílica de los Sants màrtirs Just i Pastor se han recordado algunos nombres de personas que han muerto y se han encendido velas en su recuerdo.
La Comunidad de Sant’Egidio con motivo de la Jornada Mundial del Refugiado del mes de junio organiza en Roma y en varias ciudades europeas la oración “Morir de esperanza”.
Fuente: Sant’Egidio