Lanaspa: «Desde Unicef trabajamos para que la infancia ocupe un lugar central en las políticas»
Entrevista a Jaume Lanaspa, nuevo presidente de Unicef Comité Cataluña
“A estas alturas de la vida, me ha parecido un privilegio poder contribuir a la misión de Unicef en cuanto a la protección de la infancia, de su dignidad y de sus potencialidades, con vocación universal”. Jaume Lanaspa afronta con convencimiento su nueva responsabilidad como presidente de Unicef Comité Cataluña: “Como cristiano y como ser humano me siento profundamente identificado con la actitud de Jesucristo hacia los niños: respeto, proximidad, ternura, protección…, actitudes que inspiran también la actuación de Unicef en todo el mundo”.
Los valores que sostienen el ideario de Unicef tienen relación directa con los valores cristianos?
La brújula que guía Unicef es la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada también por la Santa Sede. Nuestra tarea en la defensa y la promoción de los derechos de los niños se basa en cinco valores fundamentales: la atención, el respeto, la integridad, la confianza y la rendición de cuentas; valores que su plenamente compartibles desde un punto de vista cristiano.
Esta tarea le ayuda a crecer en la fe?
Cualquier tarea de voluntariado contribuye a mejorar humanamente a quién la realiza, con independencia de sus creencias y convicciones -con la condición, está claro, que la motivación sea correcta. Dicho esto, para un cristiano, la mejora como persona, las experiencias de solidaridad refuerzan su identificación con el mensaje de amor del Evangelio.
Por qué hay que velar para que los estados cuiden el futuro de los niños?
Desde UNICEF trabajamos para que en los estados la infancia ocupe un lugar central en sus políticas. Los niños no solo son la generación de adultos del futuro sino también una generación del presente, y hay que escucharlos y tenerlos en cuenta, como hace, por ejemplo, la encíclica Fratelli tutti, cuando habla de las crisis que llevan en la muerte a millones de niños, en un clamor por un rumbo realmente humano.
