La unidad pastoral de «Las tres de Gracia» celebra el 75 aniversario de la parroquia de Sant Miquel dels Sants
El cardenal Omella felicita a toda la comunidad por su labor e implicación «siendo un signo de esperanza en medio de Barcelona»
«Encontrarse conectar y hacer comunidad. Esto es la parroquia». Así lo ha definido el cardenal Omella durante su visita a la parroquia de Sant Miquel dels Sants, que este año celebra los 75 aniversario. El arzobispo de Barcelona ha conocido a esta comunidad con motivo de la celebración de este puñado de años durante los cuales han tenido lugar diferentes hechos.
Entre los hechos más destacados, el más reciente ha sido la unificación parroquial, en octubre de 2019, coincidiendo con la llegada del rector Mn. Bruno Bérchez. La unidad engloba las parroquias de Sant Miquel dels Sants, Sant Carles Borromeu y la Verge de la Salut, conocidas por la comunidad y por el barrio como «Las tres de Gracia».
Comunidad parroquial
En esta primera visita, el cadenal se encontró, en un primer momento, con los distintos grupos parroquiales, quienes se presentaron y explicaron su labor. Intervinieron el grupo de catequesis, el de jóvenes, Familias, Hermanos en Cristo, los voluntarios que colaboran con Cáritas, los de Pastoral de la Salud y, entre los más lúdicos, el del esplai y el del Teatro.
Cada grupo definió un sueño, un reto y una alegría. Tres aspectos compartidos por el propio rector, encargado de la coordinación, junto con el vicario, Mn. Carlos Bosch. También destacaban el diácono Mn. Angel Zambrana y el sacerdote adscrito Padre Angel Miro, muy implicado en la acción parroquial. Precisamente, el cardenal se refirió a los presbíteros y al rector, especialmente, como los directores de orquesta, que «armonizan los diferentes carismas, pero necesitan a la comunidad para dar la melodía, siendo servidores de esta».
Tras conocer en detalle a los diferentes colectivos parroquiales, el cardenal expresó su admiración por tanta entrega y ganas de trabajar. Un espíritu que aporta el sentido de comunidad que la Iglesia debe profesar a la sociedad. «Vosotros sois un signo de esperanza en medio de Barcelona, como familia que vive la fe. Ojalá estas tres parroquias contagie este sueño de ser comunidad».
Oración, fraternidad y alegría
Este cariz participativo y comunitario se hizo presente en el momento de la misa, en la que los diferentes grupos participaron, en los cantos, en las ofrendas, las oraciones o sencillamente con su presencia atenta y dispuesta para vivir en comunidad la palabra de Dios.
«¿Qué nos pide el Señor en las parroquias?» Así lo preguntó el cardenal Omella a los feligreses, durante la homilía. En total, definió tres aspectos clave a respirar en la vida parroquial.
En primer lugar, oración, necesaria para el encuentro con Jesús. En segundo lugar, fraternidad y acogida, demostrando que vengamos de dónde vengamos y tengamos la edad que tengamos formamos la misma familia, solidaria con aquel que más lo necesita. Finalmente, alegría sin perder la esperanza de que es lo que fundamenta la alegría.
Finalmente, la feligresía veneró la reliquia de San Miguel de los Santos y, posteriormente, se reunió en el patio de la parroquia. Allí, acabaron la velada, compartiendo un momento más, como decía el cardenal «para conectar y ser comunidad», en medio de Barcelona.