Hará falta «un esfuerzo en todos los sentidos» para cumplir con el Plan de la UE para la Economía Circular

Universitat Abat Oliba CEU y Cáritas Diocesana de Barcelona organizan una mesa redonda sobre "Buenas prácticas en Responsabilidad Social Corporativa"

Actualmente, 148.000 toneladas de productos textiles acaban cada año en los vertederos de Cataluña y se desperdician 262.000 toneladas de alimentos. Estos datos son expresivos de una realidad: Cataluña, a pesar de que está en mejor situación que el conjunto de la media española, necesitará hacer “un gran esfuerzo” para situarse en los registros que prevé el Plan de Acción para una Economía Circular Europea.

Así lo ha advertido el responsable de Economía Circular de la Fundació Formació i Treball, Miquel Vidal, durante su participación en una mesa sobre ‘Buenas Prácticas en Responsabilidad Social Corporativa’, organizada por la Universitat Abat Oliba CEU y Cáritas Diocesana de Barcelona.

Los residuos, recursos de materia prima

El esfuerzo que prevé Vidal parte de la constatación del camino que hay todavía por recorrer para alcanzar los niveles previstos en el Plan de la Comisión Europea. En 2025, la capacidad de reciclaje de los países comunitarios debería ser del 55%. Actualmente, Cataluña tiene una capacidad del 42%, mientras que el conjunto de España se sitúa en un porcentaje ligeramente superior al 35%. 

La respuesta de la Economía Circular debe partir de la asimilación de una idea: “los residuos son recursos con distintas capacidades para ser materia prima y volver a ser productos nuevos», ha declarado Vidal. 

Vidal ha apuntado a los “verdaderos cambios” que deben producirse en el sector textil. Algo que incluye una perspectiva medioambiental, ya que cada quilo de ropa genera “entre catorce y veinticinco quilos de emisiones de dióxido de carbono”. También se ha referido a los deshechos alimentarios, que son “uno de los grandes desperdicios de nuestra sociedad”. 

En su ponencia, Vidal ha aludido a la necesaria conexión de circularidad y empleo. “El primer paso de la Economía Circular debe ser la persona. Si al final del proceso no se genera trabajo para personas con dificultades de inclusión social, estaremos fallando”.

Impacto exponencial de la financiación

El coordinador general de la Fundació Caixa d’Enginyers, Iñaki Irisarri, ha hablado de la RSC desde la perspectiva de una entidad financiera de naturaleza cooperativa, como es la Caixa d’Enginyers. “Como entidad financiera, nuestra contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es exponencial, ya que canalizamos la inversión a sectores que contribuyan a los ODS”. Esto se cristaliza, entre otras medidas, en una política de inversión que excluye “sectores que no aportan a la sostenibilidad” y se enfoca a promover a las que sí acreditan una contribución a la misma. Un ejemplo de ello es la creación del “primer fondo de inversión que trabaja para el cumplimiento de los ODS”. 

Completaba la mesa la responsable de Formación de Hotel Arts, Silvia Raventós. En su exposición, ha acudido a las bases del modelo de negocio del grupo, en las que están “nuestros valores y el servicio a la comunidad”. Su plasmación en objetivos claros se traduce en la reducción de emisiones de dióxido de carbono e incrementar el reciclaje. 

La celebración de esta mesa redonda se ha producido en el marco de las actividades del programa «Universitats amb Cor», de Cáritas Diocesana de Barcelona. La UAO CEU fue la primera universidad catalana que se adhirió a esta iniciativa.

 

Fuente: Universitat Abat Oliba CEU

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