Card. Omella: «La Cuaresma nos anima a emprender un camino que nos conduce a la cruz»
Cerca de 350 fieles se reúnen en la catedral de Barcelona para celebrar el Miércoles de ceniza y rezar por la paz
Fotografías: Catedral Barcelona (Guillem F. Gel)
Este 3 de marzo cerca de trescientas cincuenta personas se han reunido en la Catedral de Barcelona para celebrar el Miércoles de Ceniza, y con éste el inicio de Cuaresma. El arzobispo de Barcelona presidió la celebración acompañado de los diáconos y algunos de los canónigos del capítulo catedralicio. Durante la homilía, el Cardenal invita a aprovechar la Cuaresma para empezar un cambio en nosotros mismos y transformar el contexto de guerras que vive el mundo.
Oración por la Paz
Este año, la Cuaresma llega en un contexto de tragedia marcado por la guerra en Ucrania. Un conflicto por el que el Papa Francisco convocó ese mismo día una jornada especial de oración por la Paz. Tal y como pidió el Papa, una oración para todos y todas, «para que hagan un serio examen de conciencia ante Dios, que es Dios de la paz y no de la guerra».
En el momento de la homilía, el Cardenal invitó a escuchar esta llamada del Papa Francisco y rezar por aquellos que sufren las guerras ya reflexionar en torno a la violencia con la que convivimos. «Nos hemos acostumbrado a convivir con esa crónica negra de la sociedad contemporánea». Una violencia que mata y destruye a familias», dijo.
El arzobispo citó una «lista innumerable», tal y como dijo, «causante del sufrimiento de inocentes» , en la que mencionó también los «errores y pecados como Iglesia». Una lista que necesita la sanción por parte de todos. Haciendo un clamor para dar un giro a la situación exhortó a los fieles a preguntarse: «¿Tiene sentido cambiar todo esto? ¿Qué podemos hacer?».
Llamados al cambio, en plena Cuaresma
«Hoy estamos llamados a emprender un camino pascual que lleva la cruz y la renuncia, pero que nos lleva a la Pascua, la resurrección. Incómodo, pero no inútil», dijo el Cardenal. En pleno Miércoles de Ceniza, Omella invitó a escuchar en este inicio de Cuaresma «un grito de verdad y esperanza que nos dice «sí es posible hacer un camino de cambio»». «Podemos hacer un mundo nuevo y la Cuaresma nos anima a empezar otra vez, y otra más.. porque Él es misericordioso y nos acompaña». Con empuje y convicción, el arzobispo miró a los fieles con convicción afirmando: «Sí, vosotros lo podéis cambiar pero tenemos que empezar por cada uno de nosotros».
Por último, nombró los tres requisitos para seguir este camino cuaresmal – tiempo de reconciliación y penitencia-: la oración, el ayuno y la solidaridad. Subrayó este último punto, señalando a los hermanos de Ucrania. «No tengamos miedo de entrar con valentía y humildad en ese camino intensificamos estos aspectos para abrirnos a Dios», añadió.