Marcel Légaut. Un testigo para el siglo XXI

 

Marcel LÉGAUT (1900-1990), normalista, académico y matemático de formación, profesor universitario en Rennes y después en Lyon, animó primero muchos grupos espirituales en el mundo universitario durante un periodo de su vida marcado por encuentros decisivos que, dirá, «participan en el misterio de mi ser»: las del padre Portal, de Gabriel Marcel, de Teilhard de Chardin, de Édouard Le Roy…

La experiencia de la guerra lo marcó profundamente: le demostró la indefensión de los intelectuales como él, ante las crueles realidades de la vida. A los cuarenta años, la llamada a la interioridad y a la vida espiritual empuja Marcel Légaut a abandonar la existencia protegida de la universidad.

Se casa y junto con su esposa deciden vivir la existencia de campesinos en una granja aislada en el Haut-Diois. Este aislamiento le permite ayudar a refugiados, judíos, desertores… Lejos de los círculos universitarios y de los medios de comunicación, Légaut añadió a sus tareas de campesino y de pastor, las de padre (tendrían seis hijos), desarrollando a lo largo de los años una actividad espiritual exigente, a veces con amigos que en verano acudían a les Granges, con quienes se reencontrará periódicamente, durante su jubilación, en Mirmande, en la sede de la Asociación Cultural que hoy lleva su nombre.

Después de veinte años de fidelidad silenciosa, Marcel Légaut experimentó la necesidad de expresar el hecho vivido y testimoniarlo: así desplegará su obra principal, a lo largo de una veintena de obras que testimonian el itinerario atípico de un hombre libre. Después de Travail de la foi (1962), Légaut emprendió la redacción de una voluminosa obra, L’acomplissement humain, que el editor pidió dividir en dos volúmenes. Estos dos libros serán un gran éxito: L’homme à la recherche de son humanité (1971), Introduction à l’intelligence du passé et de l’avenir du christianisme (1970). Seguirán otras obras, entre las cuales: Mutation de l’Église et conversion personelle (1975), Patience et passion d’un croyant (1978), Devenir soi (1980).

La escritura de Légaut, a veces percibida como abstracta (pero no exenta de humor), testimonia el rigor y la honestidad intelectual esenciales en la investigación fundamental (humana y espiritual) por la cual tuvo pasión durante toda su vida. «Toda mi vida he buscado conocer Jesús, llegar a él. Me han hablado de él y he intentado entenderlo con mi inteligencia. Me he sentido emocionado y atraído por la imagen que tenía de él. Así fui dirigido a un conocimiento de Jesús que es la comunión de mi ser con su ser».

Así vivió Marcel Légaut, llevando su Iglesia con dolor, pero con esperanza, y persiguiendo con valentía su investigación…

Este testigo, de palabra libre, aparece como un faro para los tiempos actuales. Puesto que este cristiano tiene fe en el ser humano, y piensa que el camino hacia la fe en Dios pasa por el esfuerzo de cada cual, para realizarse en su humanidad, especialmente si se encuentra realmente con este hombre completo que fue Jesús de Nazaret.

¿Te ha interesado este contenido? Suscríbete a nuestro boletín electrónico. Cada semana, la actualidad de la Iglesia diocesana en tu correo.

Llic. Ezequiel Mir

FORMACIÓN
Licenciado en Ciencias Religiosas por el ISCREB
ACTIVIDAD DOCENTE Y PROFESIONAL
Docente colaborador en el Área de Biblia del ISCREB
Mi campo de interés es todo lo que tiene que ver con lo psicológico y el hecho religioso.