Aproximación a la teoría del acto humano

 

Por más que la física aristotélica haya sido superada, la metafísica haya sido puesta en tela de juicio constantemente y las corrientes filosofías de la modernidad también la consideraron superada, lo bien es cierto que la teología de Santo Tomás es una base fundamental en la teología católica y cristiana en general.

Sin embargo, en este artículo hemos optado por resaltar la actualidad en un tema fundamental en las ciencias sociales de la comunidad civil de nuestro tiempo, por eso nos centramos en la psicología de Santo Tomás. Concretamente vamos a hablar de una teoría que sigue siendo la base fundamental de la que parten los sistemas jurídicos y a partir de los mismos influyen decisivamente en otros ámbitos de las ciencias sociales.

Se trata de un “gigante” que se le esconde muchas veces en la actualidad revestido y eclipsado de sus concreciones. No obstante, esta teoría como presupuesto fundamental no ha sido cuestionada porque, ciertamente, hoy por hoy, se vislumbra como necesaria para mantener el orden público y social, y en el tráfico jurídico.

Esta teoría del acto humano sigue jugando un papel fundamental en nuestra estructura ciudadana y ciencias sociales, y sin embargo no se conoce adecuadamente por muchos de los que la aplican diariamente en su trabajo y en diferentes áreas del saber social y humano. Por este motivo, me he animado hacer una aproximación somera y aplicada de la misma.

La Teoría de Santo Tomás respecto del acto humano es un ejemplo importantísimo de cuerpo de doctrina que sigue de plena actualidad en la sociedad actual. No sólo en el campo de la filosofía y de la moral, sino también en el de la vida de las sociedades civiles y de los derechos seculares sea cual sea su orientación.

Ciertamente, después de Santo Tomás han existido  muchas teorías filosóficas y psicológicas sobre la teoría del acto humano o sobre algunas especies de actos, un ejemplo de estas teorías más recientes que hacen aportaciones muy interesantes, sería la teoría de la acción intencional de Searle o del enunciado realizativo de Austin. Aunque hay que decir que estas tienen en el fondo una grandísima influencia de la doctrina de Sto. Tomás. Además la operatividad práctica jurídica y social de la teoría de Sto. Tomás no ha sido alcanzada por ninguna otra y hace que siga aplicándose en la actualidad de forma generalizada en las ciencias jurídicas sociales y políticas.

En este sentido hay que reconocer que, muchas veces, se  utiliza desconociendo que fue Santo Tomás quien la formuló y sistematizó de manera definitiva, si bien partió de los presupuestos de la tradición teológica anterior y muy especialmente de San Agustín.

Por la enorme amplitud que tiene lo relativo al acto humano en la Suma Teológica y por la enorme repercusión en las ciencias sociales, entendemos que previamente a comenzar el estudio es necesario delimitar y acotar la materia. En este trabajo nos vamos a ocupar de la estructura del acto humano a nivel material y psicológico. Esta estructura material resulta indispensable, no sólo para un estudio moral del mismo, sino para todas las ciencias sociales y jurídicas.

Sto. Tomás en la prima secunde de la Suma Teológica da una noción meridianamente clara de lo que es el acto humano. En la misma se encuentran los elementos necesarios identificarlo, diferenciarlo de otros actos del hombre y servir de base para cualquier consideración y valoración de una ciencia social.

Así, el Aquinate entiende que sólo se pueden considerar actos propiamente humanos los que proceden de una voluntad deliberada. Y si algunos actos hay que no proceden de la voluntad pueden llamarse actos del hombre, pero no propiamente humanos, pues no son actos del hombre en cuanto persona humana. Por tanto, nos encontramos con dos elementos que distinguen el acto humano de cualquier otro acto que pueden realizar las personas pero que no los distinguen de aquellos que hacen otros seres: la deliberación y la voluntad. Estos vienen a resultar del ejercicio de la capacidad de entender y querer. Esta definición del acto humano supone que a diferencia de los otros actos del hombre son actos voluntarios y libres.

¿Te ha interesado este contenido? Suscríbete a nuestro boletín electrónico. Cada semana, la actualidad de la Iglesia diocesana en tu correo.

Vicent Benedito

Doctor en Derecho Civil con Cum Laude (Universitat de Barcelona) Doctor en Derecho Canónica con premio extraordinario a la mejor tesis de la universidad (Universidad Pontificia de Salamanca). Licenciado en Ciencias eclesiásticas en la Facultad de Teología de Valencia. Ejerce la docencia en la Universidad Internacional Dominicana (Domuni) en el plan de estudios a distancia de la licenciatura de Ciencias Religiosas. En el Curso 2018-2019, fue el profesor encargado de la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino de Roma (Angelicum); de 2011 a 2013 profesor de derecho canónico de la facultad de Teología de Valencia. Ha sido ponente en diferentes cursos del Colegio de Abogados de Barcelona. Además, imparte Derecho Canónico en los cursos que tienen lugar en Sant Boi, coordinados por el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Barcelona (ISCREB).

Programas formativos relacionados con este artículo: