Yo, Daniel Blake

Llega a los cines una crítica sobre como la mala gestión de la administración puede perjudicar a los más débiles

La apelación al humanismo social aparece entre los estrenos de esta semana de la mano de Ken Loach, con la película Yo, Daniel Blake. El cineasta inglés muestra con su estilo directo y severo una crítica social sobre la justicia y la normativa legal que afecta a los más débiles.

Sinopsis

Cuenta la historia de un carpintero que, después de sufrir un infarto, se ve físicamente incapaz de seguir con su oficio. A pesar de la negación tajante de sus médicos sobre continuar trabajando, la administración social, tras un reconocimiento físico más «superficial» le obligará a buscar otro oficio a cambio de no recibir una sanción.

Durante este periodo el Daniel se cruzará con una madre soltera también buscando ayuda social para evitar que lo envíen, a ella y sus hijos en un hogar de acogida.

Crítica social con complicidad

Según el crítico de cine espiritual, Mn. Peio Sánchez, este filme muestra como los que son «más abajo» son los que suben más a la hora de solidarizarse y ayudarse mutuamente. Loach nos muestra como «los más débiles son los más fuertes en la solidaridad», explica Mn. Sánchez, que destaca la dinámica de denuncia social del director.

La mayor parte de las críticas coinciden homenajeando la vertiente social de la narrativa del director, que consigue cconstruir un drama empático con el espectador, creando complicidad sobre realidades como las directrices de la administración a veces superficial. Dejando de lado alguna carencia de guión, la película se viste con gusto a través de la ironía, la sutileza y la proximidad de los personajes.

¿Te ha interesado este contenido? Suscríbete a nuestro boletín electrónico. Cada semana, la actualidad de la Iglesia diocesana en tu correo.

Te interesará ...