Unidos en la pastoral juvenil
El arzobispo Omella quiso juntar a todos los sacerdotes que trabajan con jóvenes para marcar los retos y las propuestas de futuro de esta pastoral diocesana

El arzobispo convocó, el pasado viernes en los locales de la Delegación de Juventud, una cuarentena de sacerdotes que trabajan con jóvenes para hablarles sobre los retos de la pastoral juvenil, y explicarles cuál es su sueño: una Iglesia joven en comunión y evangelizadora. Al inicio, cada uno de los sacerdotes se fueron presentando y explicando con qué tipo de jóvenes trabajan y qué hacen al respecto. Posteriormente, fue el turno de Mn. Bruno Bérchez, delegado de juventud, que describió la actual situación de la delegación y, en general, de la pastoral de los jóvenes en Barcelona. Una vez escuchados todos, el arzobispo pidió compromiso y responsabilidad a todos aquellos que se quieran dedicar a los jóvenes y propuso la creación de un equipo alrededor del delegado que le ayude en los diferentes arciprestazgos de la diócesis.
Colaboración de agentes de pastoral juvenil
Después de un debate fructífero, donde reinó el tono de comunión y el entusiasmo de todos los presentes, se presentaron las conclusiones. Dos puntos quedaron claros: que hay que repetir estos encuentros y que hay que preparar algunas acciones conjuntas, como una peregrinación diocesana durante los meses de verano. En definitiva, el encuentro sirvió para hacer un intercambio de puntos de vista: para que el arzobispo conozca la realidad barcelonesa en cuanto a la pastoral juvenil y para que los sacerdotes que trabajan en este campo sepan cuál es el sueño de su obispo.
Los participantes, entre los que destacaban los seminaristas y los ordenados durante los últimos diez años, agradecieron al arzobispo que los convocara y que los anime a trabajar juntos para la juventud de la diócesis. El próximo encuentro, que ya servirá para planificar acciones concretas de cara al curso que viene, ha sido agendado para octubre.