Unidos en la oración por Ecuador

Mons. Taltavull presidió la misa por las víctimas del terremoto en la región de Manabí, en la que participaron casi 800 personas, sobre todo ecuatorianos

Alrededor de 800 personas, sobre todo ecuatorianos, participaron en la misa por las víctimas del reciente terremoto en la región de Manabí en el Ecuador. Presidida por el obispo Sebastià Taltavull, y acompañado por Mn. Xavier Morlans y Mn. Peio Sánchez, fue una celebración emotiva ya que entre los presentes se encontraban familiares de los difuntos, desaparecidos, heridos y damnificados.

Entre los asistentes en la parroquia de Santa Ana, donde se celebró la Eucaristía, se destacaba el deseo de unidad ante el sufrimiento y las llamadas a la solidaridad. Mons. Taltavull destacó la importancia de permanecer unidos en la fe y sostenidos por el Crucificado. La música religiosa latina acompañó la celebración, a través de un coro de ecuatorianos, invitando a la esperanza.

Entre los testimonios se destacó el del padre Juan Escalera, miembro de las comunidades Adsis, que escribía desde la ciudad de Portoviejo en el centro del terremoto: “Esta catástrofe tiene consecuencias en el presente, a medio y a largo plazo. Los que hemos salido ilesos, estamos para acompañar, consolar, animar e invitar a la solidaridad y a poner lo mejor de cada uno para aliviar tanto dolor y sufrimiento. Quiera Dios que con la ayuda de todos, podamos unirnos en lo fundamental, acrecentando la solidaridad de unos con otros y no cediendo ante la depresión, la tristeza, la desesperanza, el dolor que ocasiona, de un momento a otro, perder todo, muchos incluso la vida de los seres queridos, en un instante de sin sentido y desolación”.

Antes una bendición que alimentos

La proyección de algunas imágenes de las iniciativas de solidaridad fue acompañada  por las palabras de testimonio de fe del pueblo de Ecuador, cuya bandera se hizo presente en el acto. Como destacó el obispo Taltavull, recogiendo las palabras del arzobispo de Portoviejo (Ecuador) que señaló como las víctimas “lo que nos pedían antes de todo, no eran alimentos sino la bendición”.

Al concluir la celebración el Cónsul General de Ecuador en Barcelona dirigió unas palabras para recordar la necesidad de la unidad y señalar los distintos cauces para contribuir tanto económicamente como con algunos productos básicos para la emergencia.

Al terminar la celebración, los sacerdotes pasaron a bendecir uno a uno a los asistentes.

¿Te ha interesado este contenido? Suscríbete a nuestro boletín electrónico. Cada semana, la actualidad de la Iglesia diocesana en tu correo.

Te interesará ...