Una noche de museo
El Seminario Conciliar de Barcelona se transforma en una muestra sobre la misericordia en la primera Estación de Enlace de la temporada

Este primer viernes de noviembre hizo la primera parada la Estación de Enlace, una actividad nocturna lúdica, organizada por la Delegación de Juventud con el objetivo de pasar un buen rato y hacer pensar. Después de la pasada edición, esta actividad vuelve un año más, con diferentes propuestas que permitirán a los jóvenes disfrutar de unas noches de viernes de forma única.
El primer encuentro de la temporada tuvo lugar en el Seminario Conciliar de Barcelona, ​​el cual se transformó en un museo de la misericordia. Según el responsable de la Delegación de Juventud, Mn. Bruno Bérchez, este «Museo pretende educar la mirada. Los jóvenes tienen que ir pasando y dejarse tocar por lo que ven para que experimenten como pueden ser ellos más misericordiosos, cuenta.»
Muestra misericordiosa
Los jóvenes se reunieron a las 9 en la entrada del edificio, y después de explicarles la dinámica de la actividad, la ruta través del museo se puso en marcha. Diferentes salas del seminario, y el claustro incluido sirvieron de estantes para presentar una muestra de arte visual y fotografía, así como, para establecer diferentes talleres. Se trataba de un itinerario con diferentes paradas a través de las cuales, los jóvenes se interpela y se cuestionaban sobre el significado de la misericordia. «Es lo que te mueve a actuar, no te deja indiferente y hace que busques el bien de aquel que sufre», explica Mn. Bérchez.
Se podía encontrar diferentes propuestas, ya que el taller estaba constituido para reflexionar a través de varios canales. Como un audiovisual sobre el dolor y el sufrimiento del martirio. Un aula para charlar con una chica vía Skype, sobre su experiencia en un país vulnerable, o bien, un recorrido oscuro donde la luz se encuentra en las imágenes que hay.
En el exterior, en el primer claustro, había una exposición fotográfica con la descripción correspondiente, que llevaba a los espectadores a conocer diferentes formas de sentir o de sufrimiento. Unos pasos adelante, atravesando dirección hacia el otro claustro, las fotografías estaban apoyadas sobre las sillas, y esas llenas de post-it ‘s (papeles de notas) con frases o palabras que cada chico había escrito según el que la inspiraba la fotografía. En último lugar no hace falta un momento de silencio en un taller en el que simplemente había que cerrar los ojos y dejarse llevar por ecos y los sonidos, invadiendo de los ruidos de la ciudad.
Una vuelta por el Raval
En total un buen comienzo para la primera estación de enlace, una quedada nocturna lúdica para abrir los sentidos hacia un mensaje que nos hace pensar. Este año alrededor de la misericordia. La próxima parada será dentro de un más, el punto de encuentro será en el Raval, con el nombre: Llena de Luz el Mundo !, un peregrinaje por las zonas del mundo en guerra, sin salir del barrio.