Una economía austera, con muchas necesidades

Mn. Matabosch, delegado de Economía, detalla cómo se gestiona la administración del Arzobispado de Barcelona

El Arzobispado de Barcelona tiene 2,7 millones de habitantes y 208 parroquias. Desde hace 10 años, ha podido equilibrar sus cuentas, en gran parte porque ha mantenido una economía muy austera. Se tratan de prever con exactitud los gastos de cada año, a fin de planificar qué se podrá hacer. Hay gastos recurrentes que no se pueden tocar (sueldos de los empleados, aportación a los sacerdotes, etcétera). Hay otros que deben adaptarse a las entradas. Es aquí donde es importante la planificación y la austeridad, sin dejar de atender las necesidades de la pastoral diocesana.

En este momento, hay algunas actuaciones que reclaman nuestra atención que conllevan un esfuerzo económico importante. Estamos a punto de iniciar la construcción de dos iglesias parroquiales que deben sustituir a las actuales: el Carmen de Sant Joan Despí y San Rafael en la Guineueta. También hay iglesias históricas que estamos rehabilitando: las de los Santos Justo y Pastor, y San Agustín, ambas en Barcelona. Este año iniciamos un plan de mantenimiento en todas las parroquias, con visitas de técnicos dos veces al año. El Fondo Común Diocesano se está haciendo cargo, los últimos años, de muchas de las pequeñas obras de las parroquias, para favorecer sus migrados ingresos. La aportación de todos nos lo puede permitir.

 

Mn. Antoni Matabosch
Delegado diocesano de Economía

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