Un tweet de color púrpura

[Popoli] Twitter es un espacio donde nos expresamos con un máximo de 140 caracteres. Las Bienaventuranzas y la mayoría de los versículos del Evangelio tienen menos. Es razonable concluir que esta es una de las razones que llevaron a Benedicto XVI a debutar con su primer «tweet» el pasado 12 de diciembre. En el sentido [...]

[Popoli] Twitter es un espacio donde nos expresamos con un máximo de 140 caracteres. Las Bienaventuranzas y la mayoría de los versículos del Evangelio tienen menos. Es razonable concluir que esta es una de las razones que llevaron a Benedicto XVI a debutar con su primer «tweet» el pasado 12 de diciembre. En el sentido más profundo, la decisión del Papa está ciertamente vinculada al deseo de la Iglesia para estar donde está el hombre, y el hombre está en Twitter, y de dialogar con él.

Además de la más alta autoridad espiritual de los católicos, hay otros importantes miembros de la Iglesia que constantemente practican esta nueva forma de diálogo. Con tenacidad y coraje considerable, hay que decirlo, dado el entorno caracterizado, por no decir dominado por el LadyGagaismo y por el JustinBieberismo.

Debiendo elegir un criterio de análisis de un mundo vasto y variado como es el mundo católico, optamos por centrarnos en algunos de los cardenales presentes de manera significativa en Twitter. Hicimos un viaje corto para descubrir los perfiles de Gianfranco Ravasi, Angelo Scola, Odilo Scherer (San Pablo), Wilfrid Fox Napier (Durban), Timothy Dolan (Nueva York), Lluís Martínez Sistach (Barcelona), Rubén Salazar Gómez (Bogotá), Sean Patrick O’Malley (Boston). Como única excepción, hemos añadido uno que no es cardenal pero que se está convirtiendo en una voz cada vez más influyente en la relación entre la fe y la tecnología: el jesuita Antonio Spadaro, director de la revista Civilità Cattolica.

La «antigüedad» de estas personas en Twitter, como media, no es alta. Scola está activo desde mayo del 2009, el último incorporado es Salazar Gómez, desde diciembre de 2012; Spadaro es una excepción: desde mayo de 2007. Como si se tratara de un concurso televisivo, Ravasi, Sherer y Napier se crearon un perfil durante los mismos días (julio de 2011), así como O’Malley, Sistach y Dolan (marzo de 2012). Ocho de los nueve mencionan la palabra «cardenal» en su perfil (Scola es la única excepción), y con la misma proporción indican un enlace a un sitio web o a un blog, con Ravasi como excepción en esto.

A mediados de enero, los seguidores iban de los 1.900 para Sistach hasta los cerca de 71.000 de Dolan, en cuanto a los perfiles que siguen, van desde un solo usuario como Dolan y Salazar (que sólo siguen el Papa) a más de 700 como tiene Spadaro. La media de tweets por día oscila entre un solo mensaje de O’Malley a casi 9 del prolífico Spadaro, con una media general de 2.5. Los retuits son significativos: Scola «sólo» es retweeteado en un 40% de los mensajes, Dolan en el 100%, mientras que Ravasi, Sherer, Salazar y O’Malley se sitúan entre el 82% y el 90%. Última curiosidad: el uso de un indicador de moda en los ambientes sociales, Klout (klout.com), que tiene como objetivo dar un índice de la influencia de quien está en la red desde 0 a 100. Ravasi tiene un índice de 79, y Spadaro de 73: valores muy altos.

Una indicación del sentido de la forma como Twitter está siendo utilizado la encontramos en el análisis de los primeros cinco tuits por el número de retuits suscitados. El intento de Ravasi es inspirar equilibrio y coraje por medio de citas famosas que van de Swift a Calvino, pasando por De Souvré, Gandhi y Pasolini; Scola prefiere las exhortaciones, recordatorios e invitaciones a mirar hacia Dios; Sherer es un hombre de campañas, especialmente en contra del aborto; Napier usa una lúdica ironía recordando los principios de la Iglesia, por ejemplo, dirigiéndose directamente a Obama en contra del matrimonio gay; Dolan hace referencia al Camino del Señor; Sistach trata de exhortar a sus seguidores y de apoyar campañas sobre la paz y la economía; Salazar combina las llamadas a recuperar los valores con las noticias de carácter personal; O’Malley parece inclinado a las peticiones y las exhortaciones, comprometiéndose también en las campañas a favor de los valores.

Finalmente Spadaro, que está presente en las redes desde hace algún tiempo y no ve la distinción entre el mundo digital y el mundo real, percibe la persona como única, yendo a buscarla donde esta se mueve, se expresa y vive. Habla con los representantes más autorizados de las comunidades de innovación de Italia y las inspira, documenta, aclara, explica, interactúa con ellas: una presencia plena.

La Iglesia Católica es muy diferente y mucho más que estos perfiles analizados, pero también a partir de estos perfiles se puede captar su intento. Una cosa es casi segura: mientras que Joseph Ratzinger ha activado su perfil de Twitter como Papa, su sucesor sólo tendrá que actualizarlo.

(Las personas citadas aparecen en Twitter como @CardRavasi, @angeloscola, @DomOdiloScherer, @CardinalSean, @CardinalNapier, @CardinalDolan, @sistachcardenal, @cardenalruben, @antoniospadaro).

Giovanni Vannini
@ Giowan
giovanni@oogo.com

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