Un retablo convertido en banco
Cuando el gótico pasó de moda, el retablo de la capilla de la Catedral dedicada a San Bernardino de Siena se utilizó como asiento

«Fíjense como a veces se hacen barbaridades desconociendo la importancia del arte», se queja el Dr. Martí Bonet. Y lo dice porque en el Museo de la Catedral de Barcelona se puede encontrar una pieza de arte de Jaume Huguet que antes estaba situada como retablo de la capilla dedicada a San Bernardino de Siena. Hasta aquí, ningún problema. La contrariedad llega al saber que esta pieza -dividida en seis partes- hizo la función de banco. Y es que, cuando se dejó de llevar el gótico, se decidió retirar el retablo y usarlo como banco. Por suerte, con el tiempo, se recuperó y reconstruyó, aunque hay partes de la pieza de arte dañadas.
El nuevo retablo de la capilla de San Bernardino
Bernardino fue un predicador italiano y misionero franciscano que tuvo un papel importante en el renacimiento de la religiosidad en los inicios del siglo XV. Grandes multitudes de personas se reunían siempre en la plaza de Siena para escuchar sus sermones. Tanto era así que en 1425 predicó todos los días durante siete semanas.
Actualmente, la Catedral de Barcelona dedica una de sus capillas laterales a este santo, donde también aparecen San Miguel Arcángel -Bernardino era muy devoto- y San Antonio de Padua. Presidiendo el retablo, en el punto más alto, se encuentra San Marcos. Esta capilla lateral está dedicada al gremio de los esparteros, ya que San Bernardino es su patrón, y es por eso que se pueden ver los escudos que los caracterizan. Cada 20 de mayo, los esparteros participan en la misa que se hace en este altar, que es anónimo y data del 1705.