Un domingo especial en Mataró

Cientos de personas disfrutan un año más de la procesión de Domingo de Ramos en la capital del Maresme

Durante el pasado domingo tuvo lugar en Mataró la tradicional y multitudinaria «Procesión del Prendimiento». Organizada por la Hermandad de Jesús Cautivo y Nuestra Señora de los Dolores y la colaboración de los Armats de Mataró, una vez más fue todo un éxito y muchos mataroneses salieron a la calle para disfrutar de esta procesión y alentar a los portantes. Aunque a primera hora de la mañana parecía que la lluvia podría torcer todo el esfuerzo y trabajo de tantos meses, el sol fue apareciendo a lo largo del día hasta poder ser uno de los principales testigos de este espectáculo lleno de pasión y emociones. Con una comitiva de más de un centenar de participantes, cabe destacar la cantidad de niños y niñas sonrientes y disciplinados que formaban parte activa de este evento. La procesión fue en todo momento acompañada por la propia banda de música de la hermandad.

Tarde intensa

Pocos minutos antes de las 18:00 h, dentro de la Basílica de Santa María de Mataró, se iniciaba la oración que daba el toque de salida de una de las procesiones más esperadas. Al terminar, tuvo lugar en la plaza de Santa María la escenificación del Prendimiento donde, en medio de una plaza llena, los miembros de la hermandad y los armats pusieron en escena como Jesús fue traicionado y tomado por parte del pueblo judío. Media hora después, el misterio de Jesús Cautivo iniciaba la procesión por las calles del centro de Mataró que duraría casi cinco horas. Durante el trayecto hubo momentos de mucho sufrimiento, como por ejemplo cuando las fuerzas empiezan a fallar y los portantes tiran de casta y de orgullo para llegar hasta el final; pero también se vivieron momentos emotivos, como cuando en medio de la procesión se oían gritos de ánimo o algún canto al protagonista principal de la procesión. Pero el momento más especial fue cuando los costaleros consiguieron hacer corriendo una subida de unos 80 metros situada hacia el final del trayecto, que es conocido como «la subida de las escalerillas». Este es el momento más esperado y donde, segundos antes, reinaba un ambiente de silencio y de calma tensa ya que es un momento delicado y emocionante. Durante la subida el público asistente no deja de aplaudir y animar, y una vez llegan arriba, todo son abrazos, llantos de alegría, agotamiento físico, sonrisas y sentimiento de orgullo de pertenecer a esta cofradía mataronesa.

Después de esta gran meta, y con las pocas fuerzas que ya iban quedando, la procesión se dirigió hacia la Basílica de Santa María donde darían por terminada, sobre las 23:15 h, la tan esperada Procesión del Prendimiento.

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