Torralba responde: Cómo vivir la misericordia hoy?

La parroquia de la Virgen de Montserrat acogió, este jueves día 3, la conferencia del Dr. Torralba sobre cómo ser hombres y mujeres de misericordia, hoy, en medio de la gran ciudad

Como ya es tradicional las tres parroquias del Arciprestazgo del Guinardo, Virgen de Montserrat, Santa Isabel de Aragón y Cristo Redentor, organizan conjuntamente una conferencia cuaresmal donde ha participado en ediciones anteriores, hombres singular de iglesia como el actor Juan Pedro o el obispo Sebastià Taltavull.

Este año el Dr. Francesc Torralba, dentro del Año de la Misericordia, quiso responder a la cuestión de cómo ser hombres y mujeres de misericordia en medio de nuestras circunstancias vitales y la gran ciudad.

Para Torralba «la Misericordia es una experiencia del corazón. Es asumir en el propio corazón la miseria del otro. No tiene misericordia que no tiene corazón, aunque para ejercerla pide también de la inteligencia «para que la acción misericordiosa no sea alocada, sino verdaderamente capaz de curar. Y quiso remarcar que «El corazón según la Biblia es el centro de gravedad del hombre» y que este es el gran motivo por el que nuestro corazón debe ser misericordiosos sino queremos traicionar la esencia de la Palabra de Dios.

«¿Cómo nace la misericordia? – Interpelaba el Dr. Torralba – «Nace estar atento al otro esto nos capacita a ser receptivos. Nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor o vamos siempre demasiado atareados y con demasiadas imágenes, una tras otra sin capacidad de digerirlas «. Por eso para el ponente «El gran impedimento a la misericordia es la indiferencia: consiste en pasar de largo porque estamos muy dispersos con tantas cosas, o porque no queremos cambiar nuestra vida».

El profesor y escritor hizo una triple distinción de actitudes ante la misericordia y el necesitado: lástima, entendida como actitud pasiva, que no nos afecta el corazón y nos convierte en simples espectador de la realidad; paternalismo, que si a pesar hace que yo actúe ante la necesidad del prójimo en el fondo miro al otro con una cierta superioridad y sólo le doy lo que me sobra; y, finalmente, la magnitud del sufrimiento que hace que yo me sienta incapaz de hacer nada ya que el sufrimiento en el mundo es tan grande que sólo puedo que ser actor pasivo, vivir en una «acostumbramiento» como diría el Francisco.

En el fondo, por Torralba, esto solo son excusas de mal pagador y lo que tenemos que hacer, siguiendo las palabras y ejemplos del Francisco, se «salir de esto, y de nuestros esquemas, e ir a las periferias. Si nos blindamos traicionamos el compromiso cristiano. Debemos estar siempre atentos y preguntar – dónde podemos aportar más para hacer frente a tanta miseria que nos rodea. No olvidar las obras de misericordia que nunca caducan y siguen teniendo una gran actualidad «.

En una parroquia vende atapida de feligreses el Dr. Torralba concluyó sus palabras diciendo: La misericordia es el nombre de Dios, por lo tanto si vivimos la Misericordia estamos tocando y viviendo en el corazón de Dios «. Ha sido por el Arciprestazgo del Guinardó una buena manera de profundizar el camino cuaresmal.

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