Todos unidos por los cristianos perseguidos
La plaza de Santiago acogió una concentración de apoyo a los hermanos de Oriente Medio que sufren por la proclamación de su fe

Los cristianos perseguidos en Siria e Irak no están solos. La luz de la oración triunfa en la oscuridad. Esto quedó patente en la concentración a favor de los hermanos cristianos perseguidos que tuvo lugar este miércoles, a las 21h, en la Plaza Sant Jaume. Aunque al principio todo era oscuro, las velas de los casi mil jóvenes menores de 25 años reunidos en el centro de Barcelona pusieron de manifiesto que la luz de la oración y de la esperanza no se apaga nunca. En una emotiva y sincera oración de más de una hora, los participantes rezaron el rosario con el objetivo de «frenar la indiferencia de Occidente, incluida la de los cristianos, ante lo que sucede a nuestros hermanos de Oriente».
Pero el acto no sólo consistió en silencio, perdón y misericordia para pedir por los cristianos de Siria e Irak, sino que también incluyó la lectura de testimonios que han vivido de cerca situaciones comprometidas por defender su fe. Un franciscano de Bosnia expresó que «se vio obligado a elegir entre odiar o amar y opté por el amor. Esto fue Cristo». También se leyó el testimonio de un obispo Siro-católico de Mosul (Irak), quien explicó que «no queremos que compartáis con nosotros la pena solamente. Compartid también la esperanza».
La manifestación silenciosa y reflexiva fue organizada por la Asociación Cataluña Joven con la colaboración de Ayuda a la Iglesia Necesitada y el Diario El Prisma. «Estamos muy contentos por el resultado y esperamos que lo podamos repetir y continuar también con otras temáticas como la pobreza, la paz o la vida», afirma Marc Miró, organizador del evento. Que la luz de Cristo ilumine la oscuridad que reina en Siria e Irak.