«Tenemos que ir a la par para que toda buena noticia sea publicada, comentada y dicha en voz alta»
Entrevista con Ramon Ollé, delegado de Medios de Comunicación [Catalunya Cristiana] Texto: Carme Munté Si hay un rasgo del talante de Ramon Ollé Ribalta que se capta enseguida es su derroche de energía. Nacido en Barcelona en 1950, el nuevo delegado de Medios de Comunicación del arzobispado de Barcelona es ingeniero de Telecomunicaciones y licenciado [...]

Entrevista con Ramon Ollé, delegado de Medios de Comunicación
[Catalunya Cristiana] Texto: Carme MuntéSi hay un rasgo del talante de Ramon Ollé Ribalta que se capta enseguida es su derroche de energía. Nacido en Barcelona en 1950, el nuevo delegado de Medios de Comunicación del arzobispado de Barcelona es ingeniero de Telecomunicaciones y licenciado en Teología. Ha sido directivo en empresas de tecnologías de la comunicación y actualmente es presidente de la Escuela de Negocios e Ingeniería La Salle. También es colaborador activo en su parroquia de la Virgen de Núria y en la Delegación de Pastoral Familiar. Tanto en el ámbito profesional como en el del voluntariado, Ollé ha demostrado ser un gran animador de grupos. Poco después de haber llegado a la Delegación de Medios, le ha hecho un restyling a la Hoja Dominical que despierta a la vez entusiasmo y admiración. Siempre enfrascado en mil y un proyectos, defiende que ahora más que nunca «debemos trabajar todos a una».
¿Qué retos se ha marcado como delegado de Medios?
Los retos asumidos desde el primer momento son tres. En primer lugar, conseguir que la información procedente de la diócesis sea difundida de manera cuidadosa, actualizada y verídica. El segundo eje es que esta información sea «portadora de buenas noticias». En una diócesis como Barcelona hay tantas personas e instituciones dedicadas a otros que todavía no somos conscientes del alcance de esta buena noticia. En tercer lugar, que los medios de comunicación de la Iglesia vayan a la avanzada.
¿No está suficientemente aprovechado el potencial comunicativo de la Iglesia?
Hay que aprovecharlo mejor. Debemos retornar a lo que el Año de la Fe nos brinda, en el sentido de que el mensaje evangélico debe pretender llevar la buena nueva a todas las personas que se sienten fuera de la Iglesia. Así, los medios de comunicación no sólo deben estar pensados ​​para satisfacer las necesidades informativas de aquellos que son Iglesia hoy, sino también para poder comunicar un mensaje a quienes buscan y quizás no encuentran. Debemos hacer difusión en todos los medios de comunicación de nuestra sociedad.
¿Sobre qué temas la Iglesia debería tener voz?
Sobre todos aquellos temas que afectan a la gente. Pero sobre todo en estos momentos la Iglesia debe tener una voz en lo que es el núcleo del mensaje evangélico: las bienaventuranzas y la parábola del hijo pródigo. La Iglesia debe aportar este talante acogedor y debe ayudar al hombre y la mujer en las situaciones difíciles en que se encuentra, tal como nos muestra el evangelio.
¿Qué debe hacer la Iglesia para marcar el tempo comunicativo?
El tempo comunicativo depende básicamente de dos acciones. En primer lugar, de la capacidad de utilizar los medios propios que tiene la Iglesia. En este momento la diócesis de Barcelona tiene medios muy oportunos como son Radio Estel, Catalunya Cristiana, la Hoja Dominical, un conjunto de páginas web… Tenemos una riqueza informativa que, si sabe mantenerse en el ritmo adecuado, debe ser capaz de tomar la iniciativa y ser la primera en notificar determinadas cosas. También debe tener la capacidad no sólo de dar noticias sino también de crear un pensamiento propio.
Cuando callas, alguien habla por ti…
Siempre que estás en silencio, otros hablan por ti. Debemos saber dar razones de lo que creemos y lo que hacemos. De esta manera, también defendemos y posicionamos a las personas que en la diócesis trabajan fuertemente por los demás desde el sacrificio e, incluso, la heroicidad.
Una de las primeras acciones ha sido renovar la Hoja Dominical, publicación de 1881, y adaptarlo al siglo XXI. Con qué propósito?
A la vez que hemos mantenido una fidelidad a la tradición, también hemos convertido la Hoja Dominical en una herramienta comunicativa mucho más potente utilizando tecnologías como los códigos QR y la realidad aumentada. Esto nos permite ampliar la información y que las generaciones que hasta ahora han utilizado la Hoja Dominical puedan transmitirlo a los hijos y nietos, una generación eminentemente audiovisual.
El 23 de diciembre salió a la calle la nueva Hoja Dominical 2.0. ¿Se pueden hacer ya unas primeras valoraciones?
En las tres primeras semanas de distribución hemos aumentado en 2,5 veces el tráfico habitual en la web del arzobispado de Barcelona los fines de semana. Entre viernes, sábado y domingo recibimos unas 3.500 llamadas telefónicas, lo que significa que un 10% de las personas que leen la Hoja Dominical acceden a nuestra página web a través de los códigos QR o AR. Asimismo, constatamos un crecimiento progresivo de la gente que busca ampliar los actos de agenda en nuestra web. Si esta tendencia se consolida, fácilmente los fines de semana el acceso a la web se multiplicará por tres y llegaremos a las 4.500 llamadas telefónicas.
El cardenal Martínez Sistach ha presentado recientemente la Hoja Dominical al Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y en un artículo publicado en L’Osservatore Romano. ¿Cómo ha sido recibido?
Ha sido recibido con mucho interés y nos gusta ver la expectativa con que se acoge. De hecho, recientemente nos han comunicado que quieren enviar a una persona a Barcelona para poder empezar a colaborar juntos.
Y ahora, ¿cuál es el próximo paso?
Queremos que el nombre «arzobispado de Barcelona» aparezca en todos los documentos que se generan en el conjunto de la diócesis. Nos ayudará un libro de estilo que estamos elaborando y que presenta un logotipo, un anagrama, unos colores y unos criterios comunes de redacción. Asimismo, queremos incorporar el uso de la televisión en la web, de manera que podremos emitir señales directas desde la basílica de la Sagrada Familia, desde la catedral y desde otros espacios en el momento en que haya eventos importantes. Por otra parte, a partir de la Hoja Dominical de Pascua ofreceremos nuevos recursos tecnológicos que nos permitirán, sobre una imagen, hacer selección idiomática, selección temática y hacer conexiones directas por vía mail y teléfono.
Dada su experiencia como directivo de grandes empresas, ¿cómo haría compatibles en la Iglesia el voluntariado y la profesionalidad?
Una diócesis no se puede gestionar bajo la perspectiva sólo de lo que se hace en una empresa, sino que hay que aplicar correctivos importantes. Por ejemplo, no disponemos de los mismos recursos y, precisamente por eso, en la Iglesia debemos tener mucho cuidado de las personas que trabajan y colaboran porque creen en el proyecto. Cuando unes la profesionalidad y la creencia firme tienes ante ti un potencial de trabajo muy significativo. De esto, en el mundo empresarial, se llama capacidad de gestionar los activos gratuitos.
¿Qué llamada haría al conjunto de la diócesis de Barcelona?
Que trabajemos juntos, a la par que toda buena noticia que se produzca en cualquier rincón de nuestra Iglesia diocesana pueda ser publicada, comentada y dicha en voz alta, con el objetivo de extender la Buena Nueva. Pensamos que en unos momentos como los actuales todas estas noticias pueden proporcionarnos una buena dosis de optimismo al ver tanta gente que dedica su tiempo a favor de los demás.