Sube a los altares la Madre de los pobres
El papa Francisco canoniza a la Madre Teresa de Calcuta en la plaza San Pedro ante más de 100.000 personas

Más de 100.000 personas congregadas en la plaza de San Pedro del Vaticano presenciaron la canonización de la Madre Teresa de Calcuta, uno de los actos centrales de este Año Jubilar que ha inscrito en el Libro de los Santos a «una generosa dispensadora de la misericordia divina «, como dijo el Papa,» comprometida a proclamar que el no nacido es el más débil, el más pequeño el más pobre «.
Trece años después
Delegaciones oficiales procedentes de todo el mundo, así como de un sector reservado a 1.500 personas sin hogar, vieron todo el acto bajo un tapiz con el rostro de la fundadora de las Misioneras de la Caridad, que acontecía ya Santa Teresa de Calcuta . Este paso a los altares ha tenido lugar trece años después de su beatificación, declarada por San Juan Pablo II, papa, tras reconocer el milagro de la curación de Monica Bersa, que sufrió un tumor en el abdomen que curarse el 1998.
«Trabajadora de misericordia»
El hecho de convertirse en Santa Teresa de Calcuta, es a la vez un reconocimiento que cobra especial relevancia en este Año Jubilar de la Misericordia. Como dijo el papa Francisco, la madre Teresa hizo de la misericordia «la sal que daba gusto cada obra suya y la luz que iluminaba las tinieblas de aquellos que no tenían ni siquiera lágrimas para llorar su pobreza y sufrimiento». La recordó como una «incansable trabajadora de la misericordia», que ha ayudado a entender que «el único criterio de acción es el amor gratuito» libre de cualquier ideología y de cualquier distinción entre lengua, cultura, raza o religión.
El Papa, durante la homilía, ejemplificó esta seguidora de Jesús, que fue la presencia de la Iglesia allí donde había una mano extendida que pedía ayuda. Destacó su labor de servicio hacia los más indefensos, haciendo sentir «su voz a los poderosos de la tierra para que reconozcan sus culpas ante los crímenes de la pobreza creada por ellos mismos».
Antes de acabar, el Santo Padre recordó la sonrisa de la Santa, que acogió y consoló el corazón a tantas personas necesitadas y las palabras que la acompañaban: «puede ser no hablo su idioma, pero, puedo sonrisa». Con esa sonrisa de Santa Teresa, el Papa cerró la homilía «abriendo así horizontes de alegría y esperanza a toda aquella humanidad desanimada y necesitada de comprensión y ternura», dijo.
Acción de gracias a Barcelona
Con motivo de la canonización de Santa Teresa de Calcuta, las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta de Barcelona celebrarán una misa de acción de gracias en la Parroquia de San Agustín del Raval. La celebración tendrá lugar el lunes día 5 a las 19 h y la presidirá el arzobispo Mons. Juan José Omella.