Stella Maris: el hogar de los marineros lejos de sus hogares
El obispo Sebastià Taltavull presidió la asamblea anual de la Delegación Diocesana del Apostolado del Mar que concluye con la tradicional cena de hermandad, el pasado viernes 13 de mayo

Participaron Mn. Josep Mª Jubany, delegado de Pastoral Social, Mn. Ricard Rodríguez-Martos, delegado del Apostolado del Mar y todos los miembros de esta delegación, hasta un total de 40 personas.
En la asamblea se presentó la memoria del año 2015 y cada uno de los equipos de trabajo expuso su tarea. Resumiendo, a lo largo de 2015 se visitaron 2.031 barcos y se recibieron en 8537 marineros.
El Apostolado del Mar se dedica a la asistencia de la gente de mar en toda su dimensión humana: espiritual, social, laboral.
Todas las mañanas, un grupo de voluntarios visitan los barcos que han llegado a puerto, dando la bienvenida a las tripulaciones, ofreciendo sus servicios, interesándose por sus necesidades. Los llevan información sobre la ciudad y el puerto, boletines de noticias de diversos países y, por los que lo deseen, rosarios (muy apreciados por los filipinos), y material religioso.
Por las tardes, la furgoneta de Stella Maris recorre los muelles recogiendo los marineros que quieren ir al centro Stella Maris o dar una vuelta por la ciudad.
En el centro Stella Maris hay un letrero que dice: Do home away from home (Tu hogar, lejos del hogar) y eso es lo que el apostolado del Mar pretende ser para los marineros y pescadores.
El hogar representa acogida, calidez, confianza, bienestar … Allí se encuentra el club, con un bar, sala de juegos, ordenadores, conexión wi-fi, revistas marítimas, libros, una capilla y una residencia con 32 plazas en donde se ‘alojan marineros y pescadores de varios países y en diversas situaciones.
Al Muelle Adosado, el Apostolado del Mar dispone también de una oficina para la atención de los tripulantes de los buques de crucero, que no tienen tiempo casi de salir del buque o de sus alrededores. Allí hay ordenadores, conexión wi-fi, publicaciones del mundo marítimo, etc. Y, evidentemente un ambiente acogedor. También se organizan actividades deportivas como partidos de fútbol, ​​de baloncesto y excursiones de visita en la ciudad, lo que representa una buena ocasión de recreo para los marineros.
Muchos marineros tienen problemas laborales o de vida a bordo. En estos casos entra en acción el Centro de los Derechos de los Marineros, sección del Apostolado del Mar formado por tres abogados voluntarios, que se encargan de asesorarlos y apoyarlos legalmente.
En el ámbito espiritual, el Apostolado del Mar significa una presencia de Iglesia en medio del Puerto. A los marineros les ofrecen materiales catequéticos, biblias, rosarios, la posibilidad de celebrar misa y la posibilidad de poder recibir por email las lecturas, oraciones y reflexiones propias de cada domingo. Con motivo del año de la misericordia, el Arzobispo de Barcelona Mons. Omella aceptó que los marineros pudieran ganar el jubileo entrando y orando en la capilla de Stella Maris.
Teniendo en cuenta la pluralidad del mundo marítimo, se ofrece también la posibilidad de recibir la atención de ministros de otras confesiones cristianas e incluso del Islam o del Judaísmo.
El Apostolado del Mar de Barcelona coordina sin embargo en el ámbito de toda España, un programa de embarque de sacerdotes en barcos de crucero, para la atención de los pasajeros y los tripulantes.
No hay que olvidar la intensa labor de sensibilización de la comunidad portuaria sobre las necesidades de los marineros, expresada de manera especial a través del Comité de Bienestar del Puerto de Barcelona, ​​que reúne a todos los organismos portuarios importantes, con el fin de conseguir entre todos un Puerto de Barcelona que sea lo más humano posible.
El Apostolado del Mar es un buen testigo de presencia de Iglesia «en salida», como nos pide el Papa Francisco, en el puerto de Barcelona.
Todo esto lo hace posible un equipo de 40 personas, que con mucho entusiasmo intentan día a día, hacer cierto el lema: Tu hogar lejos del hogar.