Sor Genoveva, un legado de amor
La Basílica de Santa María del Mar acoge la despedida multitudinaria de la conocida como la "Madre Teresa de la Barceloneta", La Basílica de Santa María del Mar acoge la despedida multitudinaria de la conocida como la "Madre Teresa de la Barceloneta"

Llena a rebosar quedó la Basílica de Santa María del Mar, donde tuvo lugar la despedida de Sor Genoveva Massip, hija de la Caridad de San Vicente de Paul, que falleció el pasado 16 de julio. Se trataba de un funeral público, abierto a todos, todos los que habían conocido a quien nombraban la «Madre Teresa de la Barceloneta» por la labor social que hizo con los más necesitados.
Una luz en el mundo
Familiares, Amigos, compañeros de trabajo, y personas que lo admiraban, entre ellos la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, acudieron llamados por la solidaridad y la actitud de Sor Genoveva, un recuerdo digno de ejemplificar.
Así lo afirma su amigo y antiguo compañero de trabajo en la Obra Social Luisa Marillach, actual director de la Obra Social de Cáritas, Eduard Sala. Este, que trabajó codo con codo con ella destaca como ella ha dejado «una luz, su legado más preciado». Destaca dos características suyas, por encima de todo, como «que miraba mucho más allá, de lo que las personas parecen aparentemente y de sus capas. En segundo lugar, «tocaba, y hablaba suavemente» y «se dirigía directamente a aquel diamante que todo el mundo lleva dentro».
La provincial de las Hijas de la Caridad, Sor Eudard Vergara, en la misma línea, destaca por su parte, la actitud de Sor Genoveva, «entregada a los demás y sobre todo a los más pobres. Siempre con delicadeza, sencillez, atención… No había miseria humana que le pasas por delante, a la que no respondiera».
Testimonio de amor
Su testimonio de ternura, en la memoria de todos llenó el templo de calidez y palabras llenas de amor hacia la hermana, que luchar por un mundo mejor yendo a los lugares más humildes y visitando cárceles y centros sociales.
Fue el amor precisamente la palabra que inició la homilía del Padre José Ignacio Caamaño, miembro de la Congregación de San Vicente de Paúl, fundador de las Hijas de la Caridad. Según éste, era aquel amor lo que había reunido a todos los asistentes, lo mismo que Sor Genoveva sentía por Cristo que la había llamado a unirse a la Congregación.
Caamaño destacó la actuación de la difunta, que siempre actuó según el primer deseo del fundador de San Vicente de Paúl, que quería que los pobres fueran capaces de luchar por su dignidad, una misión que Sor Genoveva llevó a cabo.