Servir y amar
Entrevista a la Hna. M. Teresa Sivill, una trabajadora familiar de la Congregación de las Hermanitas de la Asunción

La Congregación de las Hermanitas de la Asunción celebran 150 años de su fundación a cargo de Etienne Pernet y de Antoinette Fage. Ha sido un siglo y medio «de alegría y de acción de gracias por el amor y la fidelidad de Dios, que nos ha acompañado siempre«, afirma la Hna. M. Teresa Sivill, una trabajadora familiar que entró hace 54 años y reside, «en acción apostólica«, en la Comunidad de San Andrés de Palomar de Barcelona.
¿Cómo define el carisma de la congregación?
Procurar la gloria de Dios, dando una respuesta evangélica a través del servicio a la clase obrera, a los más empobrecidos y sus familias, por el camino de encarnación de Jesús servidor; llevamos en el corazón y en la vida sus joyas y sufrimientos. A pesar de nuestra debilidad continuamos haciendo realidad este carisma, adaptado a los signos de los tiempos: trabajando por la paz, la justicia y la integridad de la creación, eje transversal de nuestra congregación.
¿Cómo ha evolucionado su fe?
Soy una mujer de fe, abierta al crecimiento y arraigada en el Dios de Jesucristo. Consciente de que nunca tengo suficiente, digo: «Creo, Señor, pero aumenta mi fe». La fe me hace sentir feliz con Cristo viviente. En momentos oscuros y duros de la vida no me he derrumbado nunca. La vivencia de Dios me hace vivir en paz, alegría y esperanza. Doy gracias a Dios por la Congregación, que me ha acompañado en este camino y me ha ayudado a concretar la fe en el servicio a los pequeños.
¿En el qué se centra su trabajo pastoral?
Intentando vivir en comunidad el espíritu de las Bienaventuranzas, en actitud de servicio y de ayuda a quienes lo necesitan. Actualmente, mi compromiso apostólico se realiza preferentemente en la comunidad, en el barrio, la parroquia y en el anuncio explícito de Jesucristo animando un grupo de mujeres de estudio de Evangelio.
Entrevista de: Òscar Bardají y Martín