Santa Tecla ilumina la lucha contra el tráfico de personas

Conmemoración de la fiesta de Santa Bakhita, una mujer esclava de Sudán, que llegó a Santa por su trabajo a la Iglesia

Con motivo de la festividad de Santa Bakhita se ha establecido ya hace unos años el día Internacional de plegaria y reflexión contra el tráfico de seres humanos. Una Jornada promovida por las Uniones Internacionales de los Superiores Generales de Congregaciones, por el Pontificio Consejo para la pastoral de los Migrantes itinerantes y por el Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz.

El Papa Francisco, un año más apoyado por estas entidades, invita a rogar por la causa. Desde el inicio de su Pontificado, el Papa Francisco ha denunciado muchas veces el tráfico de seres humanos, definiéndolo como «un crimen contra la humanidad» y llamando a todos a enfrentar esta realidad.

Santa Tecla se ilumina

La parroquia de Santa Tecla ha sido el escenario del acto para luchar contra el tráfico de personas. El delegado de Pastoral Social del Arquebisbat de Barcelona, Josep Maria Jubany, ha reflexionado sobre el tráfico de seres humanos asegurando que “el mundo mujer más dinero que el tráfico de armas o de drogas” también ha pedido que “se tiene que rogar porque se le ponga fin, teniendo cura de las personas más débiles, que siempre son el último eslavó de una maquinaria que lo único que quiere es el provecho”.

La directora del programa de adoratrius SICARcat, que trabaja para atender en todas las mujeres que han sido víctimas de tráfico de personas por explotación , Encarna Jordà, ha recordado la persona de Santa Josefina Bakhita, motivo por el cual se ha organizado el acto: “el Papa recomendó celebrar este día como día de plegaria por todas las personas que han sido, y son, víctimas del tráfico de seres humanos en todo el mundo”.

Quién era Santa Josefina Bakhita?

Bakhita significa «afortunada». Es el nombre que se le puso a esta mujer cuando fue secuestrada a los 9 años mientras paseaba con una amiga por un bosque. El nombre lo dieron los mismos secuestradores al ver su especial carisma. Bakhita, fue vendida hasta cinco veces, sufrió torturas y humillaciones a lo largo de su infancia y adolescencia hasta que llegó el quinto patrón que, por primera vez, la trató bien. Bakhita marchó con él y su amigo Augusto Michieli en Italia, allá conoció a la mujer de Michieli y pasó a formar parte de la nueva familia convirtiéndose en la niñera de Minnina, su hija.

Conversión a la religión

Bakhita y Minnina ingresaron al noviciat del Instituto de las Hermanas de la Caridad de Venecia, conocido como Hermanas de Canossa. En aquel momento descubrió que «Dios había estado en su corazón» según enmienda a su biografía. Allá recibió el bautismo, la comunión y la confirmación a la vez, por el Cardenal de Venecia y a partir de aquel momento cogió el nombre cristiano de Josefina Margarida Afortunada. «Siempre fue modesta y humilde, mantuvo una fe firme a su interior y cumplió con sus obligaciones» es una conclusión que se extrae de su biografía y de los artículos que tratan de ella. Bakhita se fue debilitando y, sus últimos años, acabó en una silla de ruedas, finalmente, murió el 8 de febrero de 1947 a Schio.

De esclava a santa

Bakhita fue santificada por el pueblo. El 17 de mayo de 1992, Juan Pablo II, la beatificó y el 8 de febrero se declaró día oficial de culto. Unos años después, el 1 de octubre del 2000 el mismo Papa la va canonitzar, lo cual implicó un gran símbolo por los católicos africanos del todo necesario.

¿Te ha interesado este contenido? Suscríbete a nuestro boletín electrónico. Cada semana, la actualidad de la Iglesia diocesana en tu correo.

Te interesará ...