Santa Eulalia, patrona de Barcelona

Aprovechando la fecha de la festividad de Santa Eulalia, es el momento de recordarla. ¿Quién fue realmente? ¿Cuál fue su historia? ¿Y la de sus restos? ¿Por qué es la patrona de la ciudad de Barcelona? «Viendo acercar las llamas también retrocede Daciano; la valla dentro de un tonel que tiene flechas por clavos, toda [...]

Aprovechando la fecha de la festividad de Santa Eulalia, es el momento de recordarla. ¿Quién fue realmente? ¿Cuál fue su historia? ¿Y la de sus restos? ¿Por qué es la patrona de la ciudad de Barcelona?

«Viendo acercar las llamas
también retrocede Daciano;
la valla dentro de un tonel
que tiene flechas por clavos,
toda cercada de espada
y cuchillos de dos filos.

Bajada de Santa Eularia,
tú la viste rodar
de un abismo al otro abismo
por aquellos cuesta abajo,
dejando por rastro en las hierbas
un hermoso rosario de sangre.«

De Mn. Jacint Verdaguer,
en sus versos MARTIRIO

En el centro del barrio gótico, en una estrecha y gris calle que hace bajada, se pueden leer estos versos del poeta Jacint Verdaguer. Están dedicados a Santa Eulalia, la patrona de la ciudad de Barcelona, ​​que celebra su festividad este martes 12 de febrero. Sin embargo, esta Santa se ha visto en el último siglo eclipsada por La Mercè, patrona de la diócesis de Barcelona. Por este motivo, la cultura popular atribuye a las lágrimas de Santa Eulalia, triste por el olvido de los barceloneses, las lluvias que a menudo deslucen las celebraciones de La Mercè. Aprovechando la fecha de la festividad de Santa Eulalia, es el momento de recordarla. ¿Quién fue realmente? ¿Cuál fue su historia? ¿Y la de sus restos? ¿Por qué es la patrona de la ciudad de Barcelona?

Dice la leyenda que corrían los últimos años del siglo III. Eulalia nació en las inmediaciones de Barcelona, ​​en Sarrià, en el seno de una familia noble. Por encima de todo, brillaba en aquella niña un virtuoso amor a Dios. Desgraciadamente, en aquella época, los emperadores romanos Diocleciano y Maximiano enviaron al juez Daciano para que persiguiera la fe cristiana en la Península Ibérica. Una noche, Eulalia -que tenía 13 años- emprendió el camino hacia Barcelona a pie para increpar a Daciano. Se lo encontró en el foro y se dirigió a él:

-Juez injusto, ¿de esta manera tan soberbia atreve a sentarse para juzgar a los cristianos?

-¿Y quién eres tú, que de una manera tan temeraria te has atrevido, no sólo a presentarte espontáneamente ante el tribunal, sino que, además, te atreves a reprocharme cosas contrarias a las disposiciones imperiales? – contestó Daciano.

Eulalia se presentó como una servidora de Dios, lo que propició su detención y que, inmediatamente, la azotaran. Daciano la torturó con 13 prácticas diferentes, entre ellas, la extendieron en un potro donde unos hombres con garfios le arrancaron la piel, le cortaron los pechos y la rociaron en aceite para quemarla. Sus oraciones continuas permitieron que las llamas se volvieran en contra de los soldados que las sostenían. Daciano decidió también poner en un tonel lleno de cristales rotos y cuchillos y tirarla por lo que hoy en día se conoce como Bajada de Santa Eulalia. Para conmemorar este hecho, este 12 de febrero, los fieles suben y bajan esta calle trece veces, simbolizando el recorrido del tonel.

Posteriormente, el juez romano mandó colgarla en una cruz en forma de aspa, que a partir de ese momento, pasaría a llamarse cruz de Santa Eulalia, símbolo de la Catedral de Barcelona. En el momento de su muerte en la cruz, una paloma blanca salió de la boca de Santa Eulalia, llevando su alma al cielo.

El pueblo que asistió a aquel espectáculo, al ver tantas maravillas, quedó fuertemente impresionado y admirado, en especial los cristianos.

Esta historia es una reconstrucción basada en textos antiguos que intentaban dar a entender una historia que contaba la gente de la calle. Así lo cree Mn. Josep Baucells, historiador y canónigo emérito de la Catedral de Barcelona: «Es cierto que hubo una chica que murió a principios del siglo IV y se tiene una memoria dentro del obispado». Aunque es difícil conocer muchos más detalles sobre Eulalia ya que con la invasión árabe desaparecieron muchos textos, «no hay duda de que existía el recuerdo de la Santa en el siglo VI».

Transporte de los restos de Santa Eulalia

El obispo Frodoino, en el siglo IX, empujado por el arzobispo de Narbona, quiso encontrar los restos de Santa Eulalia. En este punto, la historia se desdobla. Por un lado, el arzobispo de Narbona escribió que sí encontraron las reliquias de la Santa y, como obsequio, se llevó algunos huesos de su cabeza que, en teoría, tienen todavía en Narbona. En cambio, por otro lado, el obispo Frodoino explica en un documento que no encontraron ninguna reliquia y el arzobispo de Narbona volvió a sus tierras. Pero el obispo Frodoino, incesante, volvió a comenzar las obras para buscar los restos. Finalmente, el 23 de octubre de 877, se encontraron las reliquias de la Santa y se llevaron a Santa María de las Arenas (hoy en día, Santa María del Mar). El 10 de julio de 1339, Pedro el Ceremonioso, ante una gran afluencia de público, ordenó el traslado de las reliquias al sepulcro gótico de la Catedral de Barcelona.

Durante el traslado de los restos de la Santa y al llegar a la puerta de la ciudad, el sarcófago se volvió tan pesado que era casi imposible de moverlo. En ese instante, apareció un ángel que señaló a uno de los canónigos de la procesión. Éste, arrepentido, confesó que se había quedado con uno de los dedos de la mano derecha. Una vez devueltos los huesos del dedo, los restos pudieron cruzar las murallas de la ciudad.

Durante la Guerra Civil, sin embargo, se abrió el sepulcro de la Catedral y la bolsa en la que estaban los huesos de la Santa fue a parar a Estados Unidos donde «seguramente fueron vendidos», explica Mn. Josep Baucells.

Santa Eulalia, patrona de la ciudad de Barcelona

Eulalia de Barcelona fue canonizada en 633 y se convirtió en patrona de la capital catalana. Anualmente, coincidiendo con la semana del 12 de febrero, el Ayuntamiento de Barcelona celebra las Fiestas de Santa Eulàlia. A todos los actos litúrgicos e institucionales habituales, se añaden múltiples festejos populares en las calles, que han convertido esta celebración en la fiesta mayor de invierno. El Ayuntamiento de Barcelona ya ha colgado la programación para estas fiestas.

La Catedral de Barcelona, ​​en honor a su Santa, tiene 13 ocas en su claustro, una para cada uno de sus años y la cruz de Santa Eulalia es su símbolo. Este martes también se puede visitar la Cripta de la Catedral gratuitamente.

Duplicidad de Santa Eulalia

Algunos historiadores consideran que Santa Eulalia de Mérida era la misma que la de Barcelona, ​​que emigró durante la época. Esta duplicidad ha sido estudiada por Ángel Fábrega, quien publicó Santa Eulalia de Barcelona, ​​revisión de un problema histórico, aunque no llegó a una conclusión resolutiva. Josep Baucells considera que se trataba de dos santas diferentes ya que, a finales del siglo VI, hay un escrito hecho por un hispano que hace el hipotético itinerario que hizo Daciano por la Península Ibérica y «queda claro que son dos Eulalias».

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