San Francisco, Inocencio III y el Papa Francisco

El Dr. Josep M. Martí Bonet realizó una conferencia sobre la relación entre estos tres personajes históricos ¿Qué tienen en común San Francisco de Asís, Inocencio III y el Papa Francisco? El Dr. Josep M. Martí Bonet, canónigo de la Catedral de Barcelona, lo explicó en una conferencia llamada «Las elecciones papales» que realizó el [...]

El Dr. Josep M. Martí Bonet realizó una conferencia sobre la relación entre estos tres personajes históricos

¿Qué tienen en común San Francisco de Asís, Inocencio III y el Papa Francisco? El Dr. Josep M. Martí Bonet, canónigo de la Catedral de Barcelona, lo explicó en una conferencia llamada «Las elecciones papales» que realizó el 23 de marzo a las 10.30 h en la Sala de la Virgen de la Merced, sobre el claustro de la Catedral.

A modo de introducción

«¿Quién lo podía pensar? Jordi Marius Bergoglio, de 76 años, es Papa desde el 13 de marzo de 2013 con el nombre de Francisco. Era la tarde de dicho día, cuando a las 20.15 h se abría al fin la ventana del balcón principal de la fachada de la basílica de San Pedro de Roma, ante unas trescientas mil personas, cuando se aclaró el gran enigma: «Habemus Papam». Tiene el número 266 en la sucesión de papas, incluyendo San Pedro, fundador de la sede romana. Es el primer pontífice romano originario del continente americano, el primero del hemisferio sur, el primero de lengua hispana después de Alejandro VI, y el primer no europeo desde el 741, año en que murió Gregorio III, que era de Siria.

El primer impacto ha sido enorme, una auténtica sorpresa. ¿Quién lo podía pensar? También fue sorprendente su presentación, tan sencilla y piadosa, con una simple sotana blanca y con un pectoral muy sencillo. La sorpresa aumentó cuando nos dijeron que se llamaría Francesco, él que fue jesuita. Como todos sabemos, el nombre del Papa es muy importante, ya que significa cuál será su querida o intentada característica: la sencillez y el ser pobre con los pobres. Por este motivo queremos presentar una pequeña biografía del Santo, cuya vida será el referente de nuestro actual Papa. También presentaremos al Papa de san Francisco, que fue fundamentalmente Inocencio III, para así establecer paralelismos entre estos tres grandes personajes que tienen clarísimas implicaciones y relaciones entre ellos: San Francisco, el papa Inocencio III y el papa Francisco.

Paralelismo entre san Francisco y el papa Francisco. Para entender los dos «Francisco» (el Santo y el Papa), hay que tener muy presente que ambos quieren, con sencillez y pobreza auténticas, reformar la Iglesia. El mismo san Francisco no se entiende si no se tiene presente el contexto de la Reforma gregoriana. Decimos «Reforma» para aquella iglesia de los siglos X-XIII que requería una gran reforma. En primer lugar, porque las elecciones de los papas, obispos, abades y aún rectores, no se hacían siguiendo criterios espirituales y pastorales, sino que dependía de quien daba más dinero y favores temporales para alcanzar la prebenda; había mucha simonía, y luego, cuando la Iglesia se pudo desembarazarse de los señores laicos feudales gracias al tratado de Worms (1122), cayó en otra tentación más peligrosa, aunque más sutil: el poder y la riqueza. Todo lo que antes tenían los señores feudales fue traspasado a la misma Iglesia, y ésta se convirtió en riquísima y poderosa en el máximo extremo. Había que volver a la sencillez, pobreza y sinceridad evangélica de la Iglesia primitiva. Había que reencontrar la pobreza y la sencillez tan querida por el esposo de la Iglesia Santa Católica y Apostólica, pero también pobre, encarnada entre los que más necesitan el auxilio caritativo. No en vano, Jesucristo dijo que sus predilectos son los pobres. Así nació el carisma de san Francisco, reformador de la Iglesia para que ésta sea libre, especialmente en cuanto al nombramiento de sus jerarcas, sin simonía ni corrupción, pero también retornarla a la pobreza y la sinceridad primitivas. Por eso hablar de pobreza en la Iglesia es hablar de san Francisco, es imitar a Jesús, pobre entre los pobres. Precisamente al hablar de san Francisco de Asís no puede hacer menos que recordar el pasaje evangélico en el que la madre de Juan y Santiago pide a Jesús que sus dos hijos, él los colocara a su derecha y a su izquierda en su reino, y Jesús contestó que eso estaba determinado por su Padre, y que ellos no serían los que estarían a su lado inmediatamente. ¿Quién se sentará, pues, a la derecha y a la izquierda de Jesús? Obviamente, aquellos que hemos estudiado teología e historia de la Iglesia podemos prever que serán la Virgen y el mismo san Francisco, pues este último fue, posiblemente, el que mejor imitó a Jesucristo, teniendo incluso sus estigmas. Posiblemente sea ésta una apreciación muy subjetiva, pero no podemos negar que es muy bonita, y aquí lo que me rige es la estética histórica; mirad, sino, lo que dice la biografía en el «poberello de Assisi» que a continuación explicamos. «

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