Saludo del Papa Francisco a los asistentes a la Beatificación
“Siempre hay que morir un poco para salir de nosotros mismos… y abrirnos a Dios” Papa Francesc ha dirigit un missatge, pregravat, als assistents a la Beatificació de l’Any de la Fe a Tarragona on s’ha preguntat “Qui són els màrtirs?” i a respòs amb el seu catequètic estil: “Son cristians, guanyats per Crist. Deixebles [...]

“Siempre hay que morir un poco para salir de nosotros mismos… y abrirnos a Dios”
Papa Francesc ha dirigit un missatge, pregravat, als assistents a la Beatificació de l’Any de la Fe a Tarragona on s’ha preguntat “Qui són els màrtirs?” i a respòs amb el seu catequètic estil: “Son cristians, guanyats per Crist. Deixebles que ha aprés bé el sentit de l’expressió “estimar fins al final”, que va portar a Jesús a la creu. “No hi ha amor per entregues, a trossos. Quan s’estima, s’estima fins al extrem”, a volgut remarcar el pontífex.
“Diuen els Sants Pares “imitem als màrtirs”. Sempre cal morir una mica per sortir de nosaltres mateixos, del nostre egoismes, del nostre benestar, de la nostra mandra, de les nostres tristors, i obrir-nos a Déu, als demés, especialment als qui més ho necessiten. Implorem – ha conclòs el Papa – l’ intercessió dels màrtirs per tal que siguem cristians concrets, amb obre i no de paraules”.
Texto del videomensaje del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, buenos días.
Me uno de corazón a todos los participantes en la celebración, que tiene lugar en Tarragona, en la que un gran número de Pastores, personas consagradas y fieles laicos son proclamados Beatos mártires. ¿Quiénes son los mártires? Son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien el sentido de aquel «amar hasta el extremo» que llevó a Jesús a la Cruz. No existe el amor por entregas, el amor en porciones. El amor total: y cuando se ama, se ama hasta el extremo. En la Cruz, Jesús ha sentido el peso de la muerte, el peso del pecado, pero se confió enteramente al Padre, y ha perdonado. Apenas pronunció palabras, pero entregó la vida. Cristo nos “primerea” en el amor; los mártires lo han imitado en el amor hasta el final.
Dicen los Santos Padres: ¡«Imitemos a los mártires»!. Siempre hay que morir un poco para salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo, de nuestro bienestar, de nuestra pereza, de nuestras tristezas, y abrirnos a Dios, a los demás, especialmente a los que más lo necesitan. Imploremos la intercesión de los mártires para ser cristianos concretos, cristianos con obras y no de palabras; para no ser cristianos mediocres, cristianos barnizados de cristianismo pero sin sustancia, ellos no eran barnizados eran cristianos hasta el final, pidámosle su ayuda para mantener firme la fe, aunque haya dificultades, y seamos así fermento de esperanza y artífices de hermandad y solidaridad.
Y les pido que recen por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.