Rosa Deulofeu, Sirvienta de Dios
El Seminario Conciliar acoge la sesión de apertura de la causa de beatificación y canonización

El Aula Magna del Seminario Conciliar de Barcelona quedó llena a rebosar este 13 de julio. Todos atraídos por el motivo del acto que tenía lugar, la esperada apertura de la causa de beatificación de la amada Rosa Deulofeu.
Joan y Montserrat, los padres de la Rosa, que llegaron entre los primeros, eran parados cuando iban a tomar asiento por tantos amigos que habían asistido para compartir ese momento con ellos. Muchos amigos, compañeros de trabajo, conocidos y admiradores de esta sierva de Dios asistieron a la esperada cita, en la que el vicepostulador para la causa de Beatificación, el Hermano Mariano Santa María, presentaba el documento al Cardenal Lluís Martínez Sistach para iniciar el proceso.
Recuerdo de comunión
Un proceso merecido por el testimonio que Rosa, antigua delegada de Juventud, dejó a los familiares, amigos y todos aquellos que la conocieron. Sobre todo, como recuerdan sus padres y su hermano, un «testimonio de comunión», tal como quedó comprobado- explica Juan Deulofeu, su padre- el día de sus exequias en la Iglesia de San Agustín, que quedo llena de gente .
Otros, como su amigo y compañero de trabajo en la Delegación de Juventud Francisco Figueras, explican cómo contagiaba a los jóvenes la energía para vivir el Evangelio. «Supo encarnar, con su manera de hacer, el Evangelio. A base de escuchar, acompañar y acoger los más jóvenes, lo que hizo que la tuvieran como modelo «, explica Figueras.
Apertura de beatificación
El proceso se inició con la entrega del mandamiento procurador del por parte del Hermano Mariano Santa María al Cardenal. Una vez examinada y aceptada la causa por parte del Cardenal Martínez Sistach, se leyó la Carta de la Congregación de las Causas de los Santos, la cual supone el nihil obstat, la aprobación oficial por parte de la iglesia católica, desde el punto de vista moral y doctrinal, para proceder con la beatificación.
Acto seguido, el Arzobispo de Barcelona confirmó los tres miembros que consolidarán el Tribunal de inspección a lo largo del proceso, entre los que figuran, en primer lugar el Juez Delegado, Mn. Santiago Bueno; el Promotor de Justicia Mn. Vicente Benedito y la Notaria Actuaria, Chiara Rostagno. Los tres aceptaron el cargo y prestaron juramento prescrito, firmando, después del Cardenal, que invitó también a firmar el vicepostulador. Éste, a continuación, presentó una lista con 40 testigos que apoyarán el proceso y la entregó al cardenal y al Juez, el cual señaló el día 10 de septiembre para las sesiones del Tribunal, que tendrán lugar en la sede del Tribunal Eclesiástico de Barcelona.
Un testigo con virtudes cristianas
El acto no terminó sin unas palabras por parte del Arzobispo de Barcelona, ​​que con satisfacción recordó el porqué de esta causa. Esté remarcó que no se trata «de agradecer el trabajo eclesial» que hizo Rosa Deulofeu, ni de «satisfacer» a los padres, familiares o amigos la obra que hizo. «Lo hacemos porque la Rosa puede ser un buen testimonio de vida cristiana, especialmente para los jóvenes, para que realizó su servicio eclesial con prácticas de virtudes y viureexemplarment su enfermedad siendo todavía joven», dijo el Cardenal. Como explica Francesc Figueras, amigo suyo, «cuando la Rosa padecía la enfermedad decía: sólo pido que Dios me dé la fuerza para poder estar en las alturas de lo que me pide». Este, destaca unas palabras que, según él, resumen quién era ella, cuando dijo: «en este momento que estoy viviendo el Viernes Santo y deseo vivir el Domingo de Resurrección».
El Cardenal, también, recordó el encargo de responsable diocesana de la Delegación de Juventud donde trabajó la Rosa, al que hay que «pedir su intercesión para que los jóvenes encuentren acogedores que los lleven a un encuentro personal con Jesucristo».